EL RECORDADO “CASO POLANCO”

| 30/07/2020

Se cumplen 25 años del avistamiento de un OVNI desde la cabina de un avión que aterrizaba en Bariloche

Diego Llorente
Se cumplen 25 años del avistamiento de un OVNI desde la cabina de un avión que aterrizaba en Bariloche
La tapa del diario Crónica de aquella época.
La tapa del diario Crónica de aquella época.

Un hecho por demás curioso se dio aquella noche, que coincidió con un corte de luz en la ciudad. Fueron varios los testigos que aseguraron haber visto aquel objeto volador. El piloto se hizo famoso y lleva un cuarto de siglo recorriendo medios de prensa y siendo una voz autorizada en lo que hace a avistamientos.

A las 20.17 horas del lunes 31 de julio de 1995 y hasta las 8.31 horas se interrumpió el suministro eléctrico en Bariloche, al saltar los protectores de la subestación transformadora de la empresa ERSE (Energía Río Negro Sociedad del Estado) que transportaba el fluido eléctrico de 132 KW que alimenta a Bariloche desde Alicura.

Desde la CEB se informó oportunamente, que el corte obedeció a un error humano. Durante 14 horas una tormenta se precipitó sobre esta ciudad, provocando una acumulación de nieve de entre 40 y 60 centímetros, la que no generó interrupción alguna de la energía eléctrica.

En el momento en que se produjo el apagón, el vuelo 674 de Aerolíneas Argentinas que transportaba 102 pasajeros y 3 tripulantes fue acompañado por un OVNI, cuando volaba a 3.000 metros de altura, e iniciaba el descenso hacia el aeropuerto local.

El piloto del avión, Jorge Polanco, relató lo siguiente: “Cuando nos encontrábamos a 15 minutos, 40 millas para ser exacto, la torre nos autorizó a iniciar el procedimiento de aproximación por instrumentos, por lo que descendimos de 12 mil a 3 mil metros. Entonces nos informaron que se había cortado la energía en Bariloche, esperamos hasta que nos autorizaron el descenso”.

“En el momento en que iniciaba ese procedimiento, observé frente al avión, una luz blanca que se aproximaba con rumbo de colisión a toda velocidad. Se detuvo a unos cien metros de nosotros. Cuando iniciamos la aproximación al aeropuerto, el OVNI hizo un giro extrañísimo acompañando nuestro viraje y colocándose en paralelo al avión, a unos 100 metros”, agregó.

“En el avión los instrumentos permanecieron estables. Lo único que se modificó fue el color del OVNI que pasó a presentar dos luces verdes en las puntas y otra anaranjada en el centro, que brillaban intermitentemente. El OVNI era del tamaño de un avión comercial”, relató el piloto, que recordó: “600 metros arriba de nosotros volaba un avión de Gendarmería, cuyo piloto, al ver el OVNI, se comunicó con nosotros”.

El OVNI insistió en acompañar el descenso del avión hacia la pista de aterrizaje. “Con la pista a la vista, se volvieron a apagar las luces del aeropuerto, por lo que realicé la maniobra de escape, elevándome hasta los 3 mil metros. Desde allí me comuniqué con la torre, me dijeron que todos sus instrumentos se habían descontrolado en los momentos en que nos acercábamos y antes del corte de energía”.

“Cuando hice la maniobra de escape, el OVNI ascendió a una velocidad increíble y se quedó suspendido en los 3 mil metros, esperando a que llegáramos. No se movía ni se trasladaba según las leyes físicas conocidas. Permanecimos unos minutos en la zona hasta que nos dieron nuevamente autorización para aterrizar. En la cabina éramos tres. El copiloto y el ingeniero se quedaron petrificados. Tuve que hacer la maniobra solo y en constante comunicación con la torre de control, en la que los operadores estaban viendo lo mismo. Después de unos 15 minutos que a mí me parecieron horas, desapareció, volvió la luz y pudimos aterrizar”, prosiguió.

El protagonista de la historia expresó también que desde la torre del aeropuerto local, le informaron que todos sus instrumentos se descontrolaron durante el corte de energía.

“El OVNI al vernos descender, desapareció a toda velocidad y según el piloto del avión de Gendarmería, se perdió cerca del cerro Otto. Al caminar hacia la torre, me alcanzó el jefe de turno del aeropuerto, mayor de la Fuerza Aérea Jorge Luis Oviedo, quien no podía creer lo que él había presenciado desde la torre de control”, relató Polanco.

Jorge Polanco en su lugar de trabajo.

El otro testigo

En el avión de Gendarmería Nacional que también fue testigo de la presencia del OVNI, viajaban entre otros militares el piloto Rubén Cipazuk y el comandante de esa fuerza, Juan Domingo Gaitán, quien relató oportunamente: “Estando a 11 mil pies vimos sobre el lago Nahuel Huapi una luz de color ámbar que aumentaba y disminuía de intensidad, desplazándose a gran velocidad hacia la cordillera”.

Cipazuk confirmó en vuelo la ubicación del OVNI al piloto Jorge Polanco, con las siguientes palabras: “estoy viendo una luz a tu derecha y no sé qué es, pero les sigue”.

Según comentaron en el aeropuerto, durante ese cuarto de hora, que coincidió con un apagón eléctrico en toda la ciudad de Bariloche, los instrumentos de la torre de control fallaron.

La noticia tuvo repercusión mundial.

Los pasajeros no lo notaron

El periodista del diario la Nación Mariano de Vedia, viajaba en ese avión, ya que iba a un evento al Instituto Balseiro. Y lo recordó de esta forma: “El vuelo se desarrolló normalmente hasta que en el momento de llegar a Bariloche anunciaron que empezaba el descenso y en un determinado momento sentimos un fuerte sacudón, llamativo. Después de eso anunciaron que se había cortado la luz en el aeropuerto, lo que iba a obligar al avión a hacer un rodeo”.

“Mi reacción fue mirar por la ventanilla. Por supuesto que no se veía nada. Después de media hora, el avión aterrizó. Una vez que llegamos, en el aeropuerto no hubo ninguna irregularidad. Al día siguiente, comencé a recolectar testimonios de otros pasajeros y nadie había notado ninguna irregularidad”, manifestó el trabajador.

Polanco 25 años después

Tras el incidente Bariloche, Polanco siguió volando en Aerolíneas. Ascendió a jefe de pilotos y llegó a volar a Europa. Ahora, ya retirado, realiza viajes privados y trabaja para una aseguradora de aviones.

Hace pocos días, recordó el caso en los medios nacionales y sostuvo que esa noche, tras aterrizar y escribir el informe, volvió a Buenos Aires con el mismo avión. “Me sentía como si me hubieran sacado toda la energía. ¿Viste cuando tenés un ataque al hígado o te pegan muchas trompadas? Me dolía todo el cuerpo. Esa noche se lo conté a quien en ese momento era mi mujer y no me creyó, me dijo que aflojara con el vino”, dijo el piloto.

Diego Llorente

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