20/07/2020

¡No me abandones por favor!

¡No me abandones por favor!

¿Sabías que la madre de todos nuestros temores es el miedo a ser abandonado? Mucha gente vive con este temor permanentemente. Quizás porque sufrieron el abandono de uno o ambos padres en carne propia, o porque no recibieron la atención que deseaban de su familia de pequeños.
¿Cómo podemos alejar este miedo tan tóxico de nuestra vida? En general, cuando está instalado no nos deja disfrutar de las cosas buenas porque tememos que se vayan de nuestro lado. Veamos…

1. Puedo reconocer que tengo miedo a perder
El primer paso para superar algo es reconocerlo. De este modo, comenzamos a “no tenerle miedo al miedo”. Algunos se resisten a aceptar su temor a perder algo o a alguien. De nada sirve intentar escapar de nuestros miedos, tenemos que atrevernos a mirarlos a la cara. Porque, al hacerlo, comienzan a perder fuerza hasta desaparecer. Para superar mi temor al abandono, primero lo reconozco y después lo expreso.

2. Puedo reemplazarlo por una emoción positiva
Muchas veces queremos dejar de sentir una emoción negativa… ¡pero no dejamos de pensar en ello! Lo cierto es que, cuanto más pensemos en algo o alguien, más fuerza cobra eso que buscamos evitar. Y, con el tiempo, hasta puede llegar a ser una realidad. Lo mejor es, si tengo miedo de perder y ese pensamiento obsesivo me persigue, es reemplazarlo por uno que sea positivo y me genere calma. Si bien, no somos capaces de controlar las acciones de los demás, sí podemos controlar nuestros propios pensamientos.

3. Puedo desarrollar el hábito de confiar en mí mismo/a
¿Sos de confiar más en el otro que en vos mismo, en vos misma? Si te encontrás en el grupo de los que carecen de autoestima, te invito a observar -como propone el psicólogo Albert Bandura, creador del término autoeficacia- tus puntos fuertes. ¡Todos los tenemos! Cuando reconocemos lo mejor de cada uno de nosotros, la autoconfianza crece. Y hoy, tal vez más que nunca, es fundamental confiar en que somos capaces de atravesar y superar las dificultades. Lo mismo sucede si nos enfocamos en nuestras debilidades, por eso, escojamos inteligentemente bien dónde pondremos nuestra atención. ¡Una persona segura de sí misma, no teme perder nada!

4. Puedo decidir pensar acciones a seguir
“Pero hoy no hay mucho que podamos hacer”, dirá alguien. Todos podemos, para superar este y cualquier otro miedo que experimentemos, enfocarnos en las infinitas posibilidades que están a nuestro alcance. Siempre, aun desde casa, hay algo que podemos llevar a cabo: un mensaje, una llamada (o videollamada), un mail, una averiguación, una ayuda, una escucha, etc. De esta manera, a través de la idea de “acción”, evitamos estancarnos en el miedo. También puedo, en estos casos, decidir tener pensamientos de “previsión”. Es decir, pensar: “Si sucediera tal cosa (que me asusta mucho), ¿qué puedo hacer al respecto?”. Seguramente serás capaz de pensar en varias opciones. La previsión aleja el estrés.
Para concluir, la mejor manera de enfrentar y superar nuestros miedos más profundos es permitiendo que fluya el elemento opuesto que todos anhelamos en nuestra vida: el amor. El amor es lo único que puede derrotar el miedo, porque es precisamente su cara opuesta (no el odio, como muchos creen). Y el primero que puede dar amor soy yo mismo.

Seguime en las redes:
Facebook: /Bernardo Stamateas
Instagram: @BerStamateas
YouTube: /Bernardo Stamateas
Twitter: @BerStamateas

Te puede interesar
Ultimas noticias