UNA FUNDACIÓN DIFUNDE EL DERECHO A LOS CUIDADOS PALIATIVOS

| 08/07/2020

El buen morir, la vida en estado puro

Christian Masello
El buen morir, la vida en estado puro
Alejandro Nespral, durante una charla TED.
Alejandro Nespral, durante una charla TED.

“La muerte volvió a la cama, se abrazó al hombre, y, sin comprender lo que le estaba sucediendo, ella que nunca dormía, sintió que el sueño le bajaba suavemente los párpados. Al día siguiente no murió nadie”. El fragmento pertenece al libro “Las intermitencias de la muerte”, de José Saramago, donde el Premio Nobel portugués desplegó su imaginación acerca de lo que sucedería si una parca enamorada dejara de hacer su “trabajo”.

Lamentablemente, eso “solo” es literatura. En la vida real, la pálida dama no se toma asueto, y no hay jornada en que no se lleve con ella a infinidad de seres regados por el mundo.

Pero esas personas, como sus afectos, merecen estar en paz cuando les llegue la hora de la despedida.

Y esa armonía conlleva encontrarse lo mejor posible física y mentalmente, tal es el objetivo de los médicos dedicados a los cuidados paliativos.


Antes de la pandemia, actividades de IPA con docentes.

En Bariloche, IPA no refiere solo a una cerveza de alta fermentación, sino también a las siglas de Ideas Paliativas en Acción, fundación integrada por un equipo interdisciplinario que busca dar a conocer la ayuda que puede tener un enfermo cuando se acerca la hora del adiós. Uno de sus fundadores, el pediatra Alejandro Nespral, quien también trabaja en el Hospital Zonal, explicó que el objetivo “es promover y difundir los cuidados paliativos a través de proyectos educativos, comunitarios y artísticos”.

Así, desde la agrupación, se promovió la publicación de un libro (“¿Morir duele?”, disponible en las librerías locales) y se llevó adelante una obra de teatro (“No dejes de hablarme”), además de una intensa actividad de capacitación para que el tema del duelo se plantee en forma adecuada en los colegios.

El Cordillerano: – ¿Qué son los cuidados paliativos?

Alejandro Nespral: – Se trata de la atención que se le brinda a personas de cualquier edad con enfermedades crónicas, en general avanzadas, con el fin de mejorar su calidad de vida, atendiendo los síntomas físicos, emocionales y sociales; además de acompañar también a las familias.

E. C.: – ¿Los cuidados paliativos incluyen medicación o solo se trata de apoyo psicológico?

A. N.: – Los medicamentos son parte del tratamiento. Echamos mano a todas las herramientas que poseemos para tratar de mejorar los síntomas, y uno de los más frecuentes, en personas con enfermedades avanzadas, como puede ser en el cáncer, es el dolor, así que, si bien no es lo único que empleamos, utilizamos muchísimos fármacos. Intentamos dar una respuesta integral, y usamos lo que tenemos: algunas veces es un encuentro y una charla con una psicóloga; otras, una reunión con la familia; y, en ocasiones, medicinas.

E. C.: – En el caso justamente del cáncer, cuando la situación es extrema, se incluye la morfina, ¿verdad?

A. N.: – Sí, la morfina es uno de los remedios que más se usa a diario en cuidados paliativos para tratar el dolor, especialmente cuando es muy intenso.

E. C.: – Durante la pandemia, ¿cómo se trabaja desde IPA?

A. N.: – Varios de nuestros proyectos tienen como base la comunicación digital, a través de las redes sociales, así que intensificamos esa labor. Y, como muchos equipos de trabajo de toda índole, debimos reconvertirnos; algunas de las tareas que hacíamos en forma presencial, como los talleres y acompañamientos de duelo en escuelas, empezamos a hacerlas a través de plataformas como el Zoom. En estos más de cien días de cuarentena, continuamos vinculados con colegios, incluso con algunos de otras ciudades, por llamados telefónicos o videollamadas con grupos reducidos de docentes.

E. C.: – ¿Las escuelas por qué recurren a ustedes?, ¿para hablar de qué tipo de duelos?

A. N.: – Tenemos un proyecto que se llama “Duelo en escuelas”, y nos pusimos como meta que la muerte y las enfermedades graves fueran temas que llegaran a los colegios. Primero hicimos talleres de capacitación para los docentes, para que tuvieran nuevas y mejores herramientas para hablar con sus alumnos. Luego, nos convocaron desde los colegios para situaciones concretas, por ejemplo la muerte de un alumno, un profesor o una mamá. Somos un equipo asesor que acompaña generalmente a los directivos y a los maestros para afrontar, como entidad educativa, ese momento duro que es la pérdida de alguien de la comunidad.

E. C.: – ¿Cómo se trata el tema a partir del COVID-19?

A. N.: – Con algunos docentes pudimos trabajar en relación a la pandemia como una oportunidad educativa; hablamos sobre cuáles podrían ser las modalidades para incluir aspectos del tema del coronavirus, en especial los relacionados con la pérdida o la situación grave de un familiar, por ejemplo “mi tío entró a terapia intensiva”, “falleció mi abuelo”, o bien el significado del parte diario al que los adultos nos hemos acostumbrado de “hoy se murieron ‘x’ cantidad de personas”… Vimos escuelas que incluyen la cuestión dentro de sus clases virtuales, mientras que otras no creen que sea una temática para tratar o no encuentran la manera de hacerlo.

E. C.: – En su trabajo debe ver escenas emotivas…

A. N.: – A diario nos encontramos con altísimos niveles de emoción. Siempre me conmuevo cuando una persona que encara la última etapa de su existencia llega consciente de eso, se encuentra con sus síntomas físicos controlados, en paz, y se mira a los ojos con los familiares, sabiendo que por ahí es la última vez que se van a decir algo, o que quien se queda ya no escuchará la voz del que se va… Me tocó ser testigo de esas despedidas y es muy extraño, porque no es solo triste, sino que se trata de algo muy emotivo. Paradójicamente, más allá de que alguien se esté muriendo, es la vida en estado puro: una persona está tan presente que se puede despedir de otra.

E. C.: – ¿Por qué eligió esta especialidad?

A. N.: – Cuando me formaba como pediatra vi cómo trabajaban equipos de cuidados paliativos del Hospital Infantil “Dr. Ricardo Gutiérrez”, en Buenos Aires; me pareció una especialidad amplia, en cuanto a que tiene un lado científico, ya que hay que saber muy bien cómo utilizar remedios, que es algo muy técnico, pero también requiere de muchas habilidades a la hora de hablar, de comunicarte, de saber acompañar… Se trata de ver a la persona como un todo: no solo cuerpo, sino emociones, entramado social, espíritu… y tantas cosas que nos forman. Pienso que estudié medicina para hacer cuidados paliativos, aun sin saber que existían.

Contacto

Tanto quienes deseen contactarse para brindar una colaboración a la entidad, como los que quieran averiguar acerca de las actividades que lleva adelante, pueden ingresar en la página web de la fundación (www.fundacionipa.org).

Christian Masello

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