16/06/2020

¿QUÉ SERÁ DE…? Matías José Jerman el primer campeón de slalom del Torneo Infantil Patagónico

Martín Leuful
¿QUÉ SERÁ DE…? Matías José Jerman el primer campeón de slalom del Torneo Infantil Patagónico
Matías Jerman, comenzó a coleccionar trofeos desde muy pequeño. En la foto junto a su padre y su hermano Marcos.
Matías Jerman, comenzó a coleccionar trofeos desde muy pequeño. En la foto junto a su padre y su hermano Marcos.

Fue el primer campeón en slalom en el certamen Infantil Patagónico de 1968. Viajó a dos juegos olímpicos con el esquí nórdico, y fue varias veces campeón con el esquí alpino. No conforme con ello fue parte importante del rally como piloto y como navegante.

Además fue dirigente de FASA y hoy sigue formando parte de algunas comisiones de la Federación Internacional de Ski.

Dentro del esquí y del automovilismo, Matías Jerman ha escrito dos páginas muy importantes. Es que el hombre siempre estuvo vinculado a estos deportes. Los dos los transitó con la pasión que lo ha caracterizado para las cosas que emprende. Hombre de una sapiencia envidiable y con una enorme paz para transmitir sus vivencias. Nació en una familia vinculada a la montaña, por ende, desde muy chico le inculcaron el amor por la montaña y la nieve.

Nacido el 30 de enero de 1956, cursó sus estudios primarios en el Colegio Woodville y el secundario en el ex Colegio Nacional “Dr. Ángel Gallardo”. Hijo de Francisco Jerman y Lucía Kralj, tiene cuatro hermanos más, Marcos, Martín, Nevenka y Janika. Contrajo matrimonio con Marta Malovrh , con quien tuvo a Micaela, Magdalena, Verónica, Mariana, Francisco y María.

Antes de caminar, esquiar

Casi que fue una realidad para Matías Jerman y sus hermanos. “Es que desde que nacimos estuvimos vinculados a la nieve y al esquí. De chicos pasábamos los veranos en Tronador y el invierno en Catedral. Eso fue hasta los 5 o 6 años, mi padre tenía la concesión del Club Andino y entonces vivíamos en la nieve. Así fue que comencé esquí alpino en el CAB, haciendo obviamente todos los escalones hasta los 15 años, en invierno era esquí y en verano la escuela de montaña. Gané varios campeonatos argentinos y fui el primer ganador del Campeonato Infantil Patagónico en 1968 en la modalidad slalom. Al año siguiente se realizó en Punta Arenas y salí tercero en slalom y en gigante”.

Del alpino al nórdico

Cuenta el dirigente que “mi transición del esquí alpino al nórdico, se da por la imposibilidad de viajar a Europa a hacer las dobles temporadas. En ese momento mi padre estaba en una inversión construyendo y viajar era imposible, había prioridades y al año o año y medio los chicos que competían conmigo ya me pasaban y era algo lógico. Nórdico hice siempre, pero decidí en ese momento pasar al de fondo, mis dos hermanos habían empezado antes que yo y fui el último de los tres y me fui metiendo cada vez más. Empecé a entrenar muy fuerte, mi padre hizo un plan de entrenamiento y era anual. Catedral tenía unas pistas espectaculares de nórdico”.

Un entrenador de lujo

Francisco Jerman, el padre de Matías, fue el primer representante olímpico de fondo de la Argentina y fue campeón argentino durante 16 años. “Mi padre en el plan familiar había impuesto una rutina anual, bastante dura con la cual obtuve el certamen nacional en 1978 y en 1980. Luego con mis hermanos Martín y Marcos, los Argentinos de posta desde 1974 hasta 1979. Viajamos a los Juegos Olímpicos de Innsbruck en Austria en 1976 y en 1980 a Lake Placid en Nueva York, Estados Unidos”.

El fin de las competencias

Corría el año 1980 cuando viajó con el equipo a los Juegos Olímpicos de Lake Placid. “Competimos en los juegos y a los 14 días fallece mi padre, entonces ahí se termina todo lo que veníamos haciendo, por una realidad, yo me tuve que hacer cargo de la empresa, mi hermano Martín se fue a estudiar y Marcos se fue a vivir a Europa, fue el final de las competencias de esquí, que luego con las vueltas de la vida las viví del otro lado del mostrador como dirigente”.

Los ídolos

Matías Jerman cuenta que en esa época “en la parte de alpino se hablaba mucho de Jean-Claude Killy que había ganado todo en Portillo, Chile, y de escucharlo a papá en el nórdico él hablaba de Sixten Jernberg y de Veikko Hakulinen, dos grandes campeones de esa época. Mi padre fue el primer fondista en viajar a un juego olímpico, en 1960 a Squaw Valley. Dentro del esquí de fondo mi padre fue cómo nuestro único entrenador, sacando el último año para los Juegos Olímpicos que tuvimos a un entrenador austríaco dos meses. Antes en el esquí alpino tuve muchos maestros, Pedro Klempa, Rubén Macaya, Jacques Pitte”.

El deporte es una manera de vivir

Así se refiere Matías Jerman al deporte en general. “El deporte te marca una forma de vivir, más cuando nosotros lo vivimos desde tan pequeños y de la forma familiar en la que lo tuvimos. Te enseña la disciplina, el esfuerzo, el compromiso, el ser agradecido, es una forma de vida. Luego de dejarlo me tocó transitarlo desde otro lado. Primero entrenando a los más chicos del Club Andino que luego formarían parte de los equipos nacionales. Más tarde comencé a colaborar con el club, fueron dos o tres años, luego la vida familiar me llamó a tiempo completo. El esquí es muy lindo, nunca gané un peso con este deporte, siempre fue un honor poder estar. Lo que hicimos muchos entrenadores y preparadores lo hacíamos de onda. Luego empecé a colaborar con FASA (Federación Argentina de Ski y Andinismo)”.

La evolución

Jerman, un hombre que sigue vinculado a la dirigencia del esquí, indica “el deporte cambió mucho, es natural puesto que se produce un cambio en la sociedad. El deporte como tal, ha tenido una evolución espectacular en condiciones físicas, nuevos métodos, alimentación, los deportistas son acompañados por psicólogos, los materiales han cambiado. Antes era sentido común y con los medios que tenías. Creo que en Argentina hay un hito muy importante para nosotros que fue la formación del ENARD. No solo el esquí, sino que todos los deportes tuvieron, gracias a este ente, un cambio de filosofía de ver y hacer el deporte. Hoy el ENARD aporta a todas las disciplinas y da un apoyo muy importante, da, pero también exige”.

“El rally es un deporte de loquitos”

Jerman fue piloto y navegante en el rally, algo que no se hablaba en la familia. “Desde muy chico me encantó, pero era una cosa que iba totalmente por fuerte de la familia. Recuerdo que se decía que era un deporte de loquitos, que estaban todos locos. No se daba por ninguna parte hasta que en un momento, éramos muy chicos, yo estaba recién casado y con Janez Flere comenzamos a hablar del porqué no podíamos correr nosotros. Cuestión es que cada uno se compró un auto, lo armamos, lógicamente con ayuda de mucha gente y vimos queé pasaba. Debuté en la Vuelta de la Manzana de 1982, se largaba desde Catriel y se llegaba a San Martín de los Andes. Eran etapas larguísimas nosotros estábamos en la categoría Nexo J, creo que se llamaba así. Me estaba yendo muy bien hasta que rompimos la caja. De piloto estuve dos años y luego como navegante de Carlos Bravo en una etapa espectacular. Recuerdo que mi auto lo armaba Carlitos Duprat y su socio Roberto Paesano, todo de onda, nadie ganaba un peso. Recuerdo el último gran premio que con el Peugeot con Bravo quedamos terceros, atrás del equipo oficial Renault”.

Tarde a los Juegos

En competencias, tanto de esquí como de rally, son innumerables las anécdotas que tiene para contar Jerman. “Se iba a desarrollar la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Innsbruck y uno se olvidaba un gorro, el otro otra cosa, cuestión es que se nos hacía tarde y una vez que estuvimos todos juntos, nos subimos los 10 al ascensor, todos apretados y se trabó. Nos tuvieron que sacar de ahí adentro y fuimos escoltados por dos o tres motos de la policía delante de la delegación argentina porque no llegábamos, el jefe de la delegación, Pablo Rosenkjer, tenía una cara (risas), éramos chicos”.

Gracias a todos

Jerman es un eterno agradecido de la vida que tuvo por ello dice que “mucha es la gente a la cual tengo que agradecer. Al deporte mismo, a mi padre, a Vicente Ojeda, Víctor Enevoldsen, a Armando Ojeda. A mis entrenadores de alpino, Rubén Macaya y a Pedro Klempa, un admirador de ellos. A Jackes Pitte por su trabajo con el equipo alpino. Pablo Rosenkjer como dirigente de FIS y FASA. En el automovilismo a mis preparadores Carlos

Duprat y Roberto Paesano. Y Eduardo y Carlos Bravo con todo el Equipo Coiron, por supuesto a un gran dirigente, José Antonio Jalil, que siempre apoyó los deportes”.

Martín Leuful

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