Grace Forrest: Terminar con la esclavitud en el mundo, su obsesión

Grace Forrest es la hija del titular de la sexta fortuna de Australia. Prefirió dejar de lado los privilegios para dedicarse a tareas humanitarias. En su país se presupone que hay 15.000 personas que trabajan como esclavos. Por eso siendo muy joven, a los 18 años, creó la Fundación Walk Free, en el 2010.

Amplió la mirada porque muchas de las cosas que se consumen están elaboradas bajo condiciones infrahumanas en otros países. Por eso no es raro verla entrevistando a niños sirios forzados a trabajo infantil en el Líbano, o a hombres indios embarcados en pesca tailandesa con pagas miserables. “Quería ser un puente entre esos dos mundos, porque a las personas les cuesta creer que la esclavitud exista hoy. Esta es un área oscura y aterradora y está mucho más conectada con nosotros de lo que todos pensamos”. Se estima que en la actualidad hay unos 45 millones de esclavos en 167 países.

También promueve el uso de aplicaciones gratuitas que informan el origen de la mercadería, buscando que las empresas sean bien calificadas cuando demuestren que no hay esclavos en su cadena de producción. Logró en el 2014 que el papa Francisco acuerde una reunión interreligiosa con la intención de comprometerse con el tema. Un año después once líderes (católicos, musulmanes, judíos, anglicanos e hindúes) declararon a la esclavitud moderna como un crimen contra la humanidad.

Una mujer joven que quiere cambiar el mundo y tiene la confianza para hacerlo.