Emma Watson, modelo de dar batalla por la igualdad de género

Emma Watson aprovecha su popularidad para dar rienda suelta a su activismo social y feminista. Moda sustentable, fair-trade, embajadora de la Buena Voluntad para la ONU (2014). Es la cara visible de iniciativas como #HeForShe (“Hombres, quiero tomar esta oportunidad para extenderles una invitación formal a participar. La igualdad de género también es un problema de ustedes”), lucha por la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (“Mi cuerpo, mi decisión”), en contra del matrimonio infantil (viajó a Malawi, donde la mitad de las niñas se casan antes de los 18 años), contribuye con fundaciones que protegen a las trabajadoras del acoso y abuso sexual laboral (ella donó un millón de libras). Cuando modela sus ingresos van a causas humanitarias (The People Tree Fundation y CAMFED Internacional). A través de las redes sociales impulsa iniciativas de toda índole que incluyen recomendaciones de cine y teatro dirigido y producido por mujeres. “La palabra ‘feminismo’ no es otra cosa que un sinónimo de igualdad”.

En la reunión del G7 del 2019 dijo: “Demandamos a ustedes, siete líderes, a ser tan valientes como lo son mujeres y niñas cada día”, pidiendo un marco legal para combatir la violencia de género, deshacerse de las leyes discriminatorias, y promover aquellas que eleven a las niñas y las mujeres.

“Si no soy yo ¿quién?, si no es ahora ¿cuándo?”, declaró en su discurso en las Naciones Unidas.

Emma Watson hizo pública la humillación que sufrió, hace unos años, cuando salía de su fiesta de cumpleaños. Los fotógrafos se tiraron al piso para retratarla desde abajo. Tenía puesta una pollera. Las fotos salieron en las portadas de la prensa amarilla. Un día antes, ese acto hubiera sido ilegal. Había cumplido 18 años.