No abandones antes de tiempo

Nadie está exento de dificultades en la vida pero, muchas veces, cuando estamos en crisis, ignoramos que superar esa situación nos hará quebrar los límites que llevamos adentro. Jamás deberíamos dejar que algo o alguien, limite nuestra mente o nuestro cuerpo.

Estos son algunos de los obstáculos que suelen aparecer en el camino para limitarnos: una crisis económica; una separación de pareja; una mala acción de alguien; una crítica de alguien; una difamación de alguien.
Solo la pasión que le ponemos a nuestros sueños debería determinar hasta dónde vamos a llegar. Cuando soñamos despiertos, cuando perseguimos metas y objetivos, estos nos ayudan a conocernos de verdad, a saber de lo que somos capaces y la fortaleza que portamos en nuestro ser interior. Porque:

Aquel que sueña nunca abandona antes de tiempo.

Nuestros ojos siempre deberían mirar hacia adelante. Nunca hacia atrás o a los costados. Y, por grande y desafiante que sea el gigante a enfrentar, si no tiramos la toalla, tenemos el éxito asegurado. El pasado no nos puede detener. La situación actual no nos puede detener. Cuando creemos que siempre lo mejor está por venir, estamos construyendo un futuro maravilloso. Y ya no nos importa el tiempo que nos demoremos en llegar a destino, ni lo que otros hagan o dejen de hacer.
¿Sos de cansarte o frustrarte con facilidad frente a los obstáculos? Si es así, necesitás saber que las flechas que arrojes (los intentos que realices) determinarán los triunfos que vas a disfrutar. Pero solo vos podés arrojarlas. Solo vos podés hacer lo que te toca hacer. Por esa razón, aunque a veces sientas que las fuerzas te abandonan, sos absolutamente capaz de mucho más porque:

Largo camino te resta, si no te das por vencido antes de tiempo.

Tal vez pienses: “Ya estoy grande para esto”. Nunca es demasiado tarde para nada. Pero cuando más cuides tu salud integral (cuerpo, mente y espíritu), más fuerzas tendrás para aceptar cualquier reto, aunque pasen los años. Desarrollá el hábito de visualizarte joven, saludable, radiante. Y sobre todo, destiná tiempo para hacer lo que te apasiona.

Hay personas que claudican y dicen: “Me rindo”, cuando se encuentran “a un metro de su oro”. Es decir, de llegar a la cima y alcanzar eso que tanto soñaron. Un hombre compró una mina donde halló oro. Pero al seguir excavando, se dio cuenta de que solo había tierra. Entonces decidió venderla nuevamente. Quien la compró era un experto en minería. Comenzó a excavar y… ¡a solo un metro encontró oro! De aquí viene la famosa frase: “estar a un metro del oro”.

En este tiempo especial de celebración, te invito a no abandonar antes de tiempo. Tal vez has atravesado, o aún estás atravesando, grandes dificultades. Pero quizás hoy, sin saberlo, estás “a un metro de tu oro”. Si hoy fue igual que ayer, mañana podría ser distinto de hoy: un nuevo empleo, una nueva pareja, una mejor salud. No te des por vencido, celebrá la vida cada día y, aunque las circunstancias parezcan ahogarte, mantenete enfocado en la meta.

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