16/10/2019

Los Poenautas Conjurados festejaron sus 19 años en Bariloche

Susana Alegría / Fotos: Facundo Pardo
Los Poenautas Conjurados festejaron sus 19 años en Bariloche

Los Poenautas Conjurados cumplieron 19 años y lo festejaron, como no podía ser de otra manera, compartiendo obras literarias y poemas. Neli Mondello es la fundadora de esta maravillosa propuesta.

Su vida es un verdadero poema con anécdotas que rondan entre la naturaleza y los libros. Ella nació en Hucal, un pequeño pueblo ferroviario de La Pampa que, cuando se quitó la línea de trenes, se convirtió en una aldea fantasma. Ahora parece ser que un grupo de estudiantes universitarios hicieron un proyecto para rescatar el pueblo y convertirlo en museo.

Su partida de nacimiento es la Nº 1 de aquel Registro Civil, “no aceptaban inscribirme porque decían que el nombre era Nelly y no querían comenzar el libro con una falta de ortografía, pero mi papá era muy terco y finalmente me anotaron así, Neli” comentó.

En el año 2000 se radicó en Bariloche porque sus hijos ya estaban aquí, “mi nuera me dijo que me estaba perdiendo lo mejor de mis nietos y tenía razón”.

Le gusta mucho estar informada y le atrae la política, “apenas me levanto leo todos los diarios y después para desintoxicarme de todo eso, leo poesía porque limpia el alma”.

Docente de profesión siempre tuvo una vida social muy activa, “tengo muchos amigos y los últimos años estuve trabajando en el Centro Cultural San Martín haciendo talleres muy interesantes, a partir de juegos”. Se llamaba Aprender a participar, participando.

Al llegar a nuestra ciudad todo eso no estaba, entonces puso un aviso en el ABC, la revista de clasificados, “puse que quería conectarme con gente que les gustara la poesía y el cuento, empezaron a aparecer de a poco y llegamos a ser veinte” recordó.

Se reunían en Tante Frida, luego se mudaron al Café de María en Gallardo y Morales, estuvieron un tiempo en la Municipalidad y actualmente se reúnen en la confitería de Moreno y Quaglia.

“Todos me decían que acá en Bariloche esta clase de encuentros no duraban más de tres meses y mirá, cumplimos 19 años” dijo muy orgullosa.

“Charlamos un rato y enseguida empezamos a leer lo que cada uno lleva para compartir, ya sean libros de grandes escritores o lo que escriben ellos, muchas han publicado”, dijo.

“Cuando a uno le gusta una lectura, la quiere compartir y eso es lo que hacemos”, nutriéndose de manera grupal de la magia de la literatura. Los encuentros son libres y gratuitos, duran aproximadamente dos horas y son todos los viernes a partir de las 17 horas en La Alpina.

El manifiesto

Los Poenautas Conjurados han redactado un manifiesto que entre sus líneas dice: “Navegante que viaja en busca de poetas, cazador de poemas, coleccionista de las imágenes y los sueños del hombre que solo el poeta puede traducir. Por eso cultiva la poesía con una mirada expectante hacia el universo sin restricciones”.

Reflejaron un sentimiento por medio de palabras del escritor Juarroz: El poema debe cumplirse o realizarse en quien lo recibe, más todavía, el poema debe poder recrearse y completarse sin término en su creador y en los otros.
¿Para qué nos sirve la poesía? Para acompañarnos y como la utopía o los sueños, para caminar.

Dicho manifiesto contiene un fragmento de un texto de Jorge Luis Borges: “En el centro de Europa están conspirando, el hecho data de 1291, se trata de hombres de diversas estirpes, que profesan diversas religiones y que hablan en diversos idiomas. Han tomado la extraña resolución de ser razonables, han resuelto olvidar sus diferencias y acentuar sus afinidades, son un cirujano, un pastor o un procurador, pero también son Paracelso y Amiel y Jung y Paul Klee”.

Aquí en Bariloche, a comienzos del siglo XXI un grupo de personas adhieren al juramento de ser razonables y justos a través de a la poesía. Poe eso invitan a todos aquellos que partiendo de un genuino interés por conocer y aprender se acerquen para participar de esta maravillosa aventura.

Neli contó que “en mi casa tenía prohibido leer, cuando era chica me iba de vacaciones a La Pampa con mis abuelos, mi mamá le decía a mis tías que no me dejaran leer, era una obsesión que tenía, leía cuando iba caminando por la calle, cuando comía, todo el tiempo”.

Tiene aún la costumbre de ir recitando en voz baja poesías que le gustan, “tengo muy buena memoria y hay poemas para todos los momentos” aseguró.

Cuando aún vivía en Buenos Aires hubo un momento de quiebre emocional “soy la menor de mi familia y tenía mucha diferencia de edad con mis hermanos, se fueron muriendo todos y de golpe me encontré totalmente sola y mis hijos en Bariloche”, confesó.

“No soy depresiva pero decidí ir a un psicólogo y cuando me preguntó qué me pasaba le contesté con una poesía, porque reflejaba exactamente lo que sentía”, dijo. (Ver recuadro).

Los objetivos de los Poenautas son muy simples y concretos, conocer, amar y difundir la poesía como fuente de inspiración para todos los actos de nuestras vidas y así poder trascender y lograr un mundo más sensible y espiritual.

Poema de Roberto Juarroz

En una noche que debió ser de lluvia
o en el muelle de un puerto tal vez inexistente
o en una tarde clara, sentado a una mesa sin nadie,
se me cayó una parte mía.
No ha dejado ningún hueco.
Es más: pareciera algo que ha llegado
y no algo que se ha ido.
Pero ahora,
en las noches sin lluvia,
en las ciudades sin muelles,
en las mesas sin tardes,
me siento de repente mucho más solo
y no me animo a palparme,
aunque todo parezca estar en su sitio,
quizá todavía un poco más que antes.
Y sospecho que hubiera sido preferible
quedarme en aquella perdida parte mía
y no en este casi todo
que aún sigue sin caer.

Susana Alegría / Fotos: Facundo Pardo

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