04/02/2019

Brújula Teatro muestra toda su producción

Adrián Moyano
Brújula Teatro muestra toda su producción
Juárez en Muchacha.
Juárez en Muchacha.

En tres noches, otras tantas creaciones. El grupo que nació a instancias de Aravinda Juárez pero creció y creció, ofrecerá “Muchacha”, “Unno lugar” y “Papel con letras” entre viernes y domingo.

Si existen precedentes, no serán muchos: el grupo Brújula Teatro ofrecerá las tres obras que pergeñó hasta el momento en tres noches sucesivas, en sólo un fin de semana. El intensísimo cronograma arrancará el viernes con “Muchacha”, seguirá el sábado con “Unno lugar” y finalizará el domingo a través de “Papel con letras”. Primera y última de las funciones en El Brote, la intermedia en La Llave, siempre a las 21.30. La propuesta lleva un título simpático: “Huet huet Ciclo”.

El Cordillerano dialogó con Aravinda Juárez y Micaela Cacheda, dos de los pilares de Brújula. La actriz venezolana admitió que la iniciativa “es una ocurrencia, una suerte de encontrarnos con lo que hemos venido haciendo en este tiempo”. Y explicó el origen del nombre: “cuando entre nosotros pensamos que no podemos explicar algo, decimos: huet huet. Sabemos que se corresponde con un pajarito de la zona, pero en realidad, el significado interno es ese: no tiene explicación. Huet huet (risas)”.

Añadió la teatrera que “lo único que tienen en común es que las tres obras son del grupo porque son bastante diferentes entre sí y eso también nos interesa: vernos en el recorrido que hemos hecho como grupo, como equipo de trabajo. También es apostar a seguir haciendo teatro en grupo, nos interesa esa apuesta: el colectivo que crece en conjunto, la figura del grupo de teatro”, proclamó Juárez.

Su compañera recalcó que “parte de lo interesante es que tal vez en Muchacha y en Papel con letras aparecen algunos elementos que continúan o se repiten, como si fuesen una misma trama. Pero Unno lugar se va para otro lado completamente, son caminos bastante diferentes y eso nos interesa: que haya diversidad en nuestros materiales, que no haya una única manera y digan: Ah, este es un trabajo del grupo Brújula”, bromeó Cacheda.

La que irá en segundo término en el ciclo, es en realidad el tercer trabajo de Brújula. “Ahora viene por este lado, por el teatro físico de Unno lugar y también estamos empezando a crear algo nuevo, pero todavía no sabemos qué rumbo va a tomar”, sumó la joven teatrera. “A Muchacha y Papel… las escribió Aravinda, entonces se pueden unir por ese lado. Aparecen el texto y el canto, elementos que van hilando y es posible leerlos en las dos obras.

Pero cada una que hemos hecho es un viaje que tiene que ver con ese momento que creamos, con las decisiones que pudimos, supimos y quisimos tomar”, resaltó.

Ampliación del staff

Ese “viajecito” también se define “por las personas que se fueron sumando: en la primera, Aravinda casi sola, trabajando, escribiendo, dirigiéndose y mirando. Con el tiempo, nos fuimos sumando al trabajo, yo desde las luces, Adrián Beato haciendo una asistencia de dirección y en Papel (con letras) ya apareció Pablo Beato en las luces, Adrián dirigiendo y nosotras dos actuando”, sintetizó.

Según Juárez, “nos gusta que el grupo pueda nuclear equipos de trabajo que puedan ser distintos en cada obra pero que, a la vez, nos podamos reconocer en visiones similares del teatro. También, a través de personas que por ahí están en la periferia, pero pueden sumar a la visión o al deseo que tenemos al momento en que aparece la obra. El ciclo tiene esa intención: compartir lo que venimos haciendo y sostener la idea de conformar un equipo de trabajo que pueda crecer en conjunto”, definió.

Acometer tres obras distintas y en otras tantas noches, entraña sus desafíos. “Varios”, concedió la venezolana. “Los elencos se comparten. Cuando no actuamos, algunos estamos desde otros lugares de la técnica o la dirección, quiere decir que todos estamos trabajando en todo. Igual, creo que es un desafío hermoso y nos gusta creer que podemos conseguir una especie de autorregulación en los roles y en la energía que ponemos como equipo. Un lugar donde todos consigamos sentir que somos útiles y que estamos aportando, aunque no seamos el protagonista de la obra”.

En realidad, en el Huet huet Ciclo, “el desafío es más a nivel conformación grupal que por las obras, a las que venimos ensayando y confiamos en el trabajo que ya está hecho. El desafío del ciclo es manejarnos con toda la parte organizativa porque somos un grupo independiente, no está la figura del productor o del publicista. Gestionamos todo nosotros y eso también es súper lindo porque aparecen capacidades que no te esperabas y pueden ser compartidas”, resaltó Juárez.

“Además de todo el aprendizaje que conlleva hacer una obra, aparece un cierto vértigo”, valoró Cacheda. “En el último trabajo, todos nos fuimos hacia otro lugar. Ella nunca había estado solamente en el rol de dirección, Juli (Julián Bernardi) suele dirigir y ahora está actuando. Ema (Emanuel Gallardo) suele estar en obras con personajes y texto, pero acá no tiene a ninguno de los lugares de donde se solía agarrar, entonces también fue un desafío poder transitar lugares rarísimos para cada uno. A mí me tocó hacer mi primer diseño de luces yo sola, entonces también fue un lugar de bastante aprendizaje. Estuvo buenísimo porque esa obra que no partió de un texto ni de una búsqueda de sentido, sino de ver qué teníamos: dos cuerpos y una interacción en escena”. Parece poco, aunque para Brújula, suficiente como para saber hacia dónde rumbear.

Tres sinopsis

La ocasión era propicia para recordar los hilos narrativos de cada obra. “Muchacha es como su nombre dice, una muchacha que se encuentra sola, en un espacio donde fue dejada”, recordó Aravinda Juárez. “A partir de ahí, a través de distintos elementos que aparecen en la obra, empieza a tener más que nada, recuerdos de su pueblo. Esta fue la primera obra que hice al llegar a Bariloche y tiene que ver con un recorrido personal ligado a mi idiosincrasia y recuerdos de mi tierra”, justificó.

En tanto, “Papel con letras fue la segunda producción, aunque en el ciclo está en tercer lugar, ahí se amplió el equipo. Trata sobre dos mujeres que trabajan en un servicio de envío de cartas, una especie de correo, que se ha quedado estacionado en el tiempo, al igual que ellas. Uno de sus divertimentos es representar los personajes de las cartas y se genera un conflicto que tiene que ver con el uso de poder que hay sobre la palabra de los otros y la manipulación de la información”, reseñó la teatrera.

En cuanto a “Unno lugar”, Micaela Cacheda confió que “en el grupo bromeamos que tenemos un dramaturgo de sinopsis, que es Ema. Escribimos algo que es muy amplio porque no tiene una historia lineal, entonces le pusimos: sistemáticamente, cíclicamente, secuenciar la existencia. Cuando un cuerpo no puede dar cuenta de sí mismo, se abre al vértigo, al vacío y ya solo puede ser lo que es”. Completó su compañera que la obra “tiene que ver con una búsqueda más experimental, no partimos desde el texto, es más teatro físico. Si tuviese que decir cuál es el recorrido: es el encuentro de un ser con sus luces y sombras. Esa es la línea que recorre”.

Adrián Moyano

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