18/06/2018

Parejas felices: personas felices

Parejas felices: personas felices

Actualmente abundan los conflictos de pareja por eso, en esta nota quiero compartir algunas ideas sobre “cómo llevarnos bien de a dos” y, para ello, te invito a considerar tres acciones que realizan las parejas sanas:

¿Qué significa esto? Cada acción buena que hacemos por nuestra pareja suma puntos afectivos. Si, por ejemplo, tu mujer todas las mañanas te prepara el desayuno para tomarlo juntos, eso suma puntos en la relación. Cada cosa que hacemos bien suma puntos. En cambio, cada crítica que sale de nosotros es un retiro de puntos. Hay parejas que solo hacen retiro de puntos: se quejan, se critican todo el tiempo… hasta que se quiebran. La razón es que rara vez hay depósitos, o hay más retiros que depósitos. En las parejas sanas, hay varios depósitos positivos por cada retiro negativo. Cuando yo hago un retiro mediante una acción negativa, como una pelea por un tema sin importancia, tengo que hacer al menos cinco depósitos positivos. ¿Por qué? El amor no es emoción sino acción, se sostiene por las buenas acciones y se destruye por las malas acciones. Si querés disfrutar de una pareja feliz, ¡tenés que depositar más seguido! Las parejas que depositan en su cuenta bancaria afectiva, cuando les sobreviene la crisis, se sostienen porque cuentan con reservas emocionales. ¿Cómo depositamos? Dando las gracias, ayudando, haciendo algún elogio, escuchando con atención, etc. 

Todos discutimos en la pareja. Pero nunca una pareja se separa por el contenido de la pelea sino por el formato de esta. El problema no es el tema por el que peleamos sino cómo peleamos. Si una pareja discute y, en una escala de tranquilidad del 1 al 10 arranca en 7, la discusión seguramente va a terminar mal. Por el contrario, si uno arranca suave (en 1 o 2), tiene más chance de terminar suave. Las parejas deberíamos establecer que, cuando estamos llegando a 7, es necesario hacer un alto y no hablar más del tema. De ese modo, se evita la escalada simétrica que aumenta nuestras pulsaciones. Toda vez que sentimos que nuestras pulsaciones se están elevando, hay que detenerse para no lamentarlo luego. Se necesita al menos una hora para que el enojo disminuya. Cuando te des cuenta de que una discusión con tu pareja sube muy alto, decí: “Basta, hablamos después” y salí de ahí. 

Nadie puede cambiar a nadie. ¿Qué nos sucede en el enamoramiento? Somos víctimas de una “mentira conceptual”. Por eso, no hay que formar pareja antes de un año, como mínimo. ¿Por qué? Porque cuando uno está enamorado/a, dicho estado dura aproximadamente un año… ¡y es ciego! Podríamos compararlo con el demo en la música. Con el demo, a uno le dan lo mejor pero después escuchamos el CD completo y nos damos cuenta de que no es tan bueno como creíamos. En el enamoramiento, uno miente y es una mentira agradable porque uno pregunta qué quiere el otro suavecito, uno habla y come despacio (aunque en realidad no lo haga así). Cuando estamos enamorados, no nos mostramos como somos habitualmente. Hay que disfrutar del enamoramiento y esperar que llegue el “verdadero amor”. El amor todo lo espera. Algunos que están en pareja pretenden cambiar al otro porque se apresuraron en la etapa del enamoramiento. Pero cuando nos permitimos el amor, somos capaces de ver bien cómo es el otro y decidir si vamos a continuar a su lado o no. Ahora, cuando ya hemos visto la realidad de cómo es el otro, tenemos que aceptarlo como es porque solo podemos cambiarnos a nosotros mismos. 

Para concluir, para llevarnos bien con otra persona, necesitamos aprender a llevarnos mejor con nosotros mismos. Quienes pelean con todo el mundo, en el fondo, no se toleran. Tres claves para lograrlo: darnos permiso para disfrutar lo bueno, valorarnos por quienes somos y cuidarnos (respetarnos) como lo haríamos con un hijo.

¡Las parejas felices nacen de personas felices! 

Si tenés alguna consulta, podés escribirme a [email protected].

 

 

 

 

FOTO BERNARDO STAMATEAS

Te puede interesar
Ultimas noticias