La familia de Manuel Benítez, el joven que falleció por hipotermia durante una tormenta de nieve en abril de 2022, al intentar llegar al refugio Frey, donde se desempeñaba como refugiero, vive momentos donde las emociones convergen.

Así, más allá del dolor y la tristeza, se puede hablar de una sensación de alivio, ya que, a través de un juicio abreviado, se definió una condena de tres años de prisión en suspenso (es decir que, en caso de cumplir con las pautas impuestas, no se hará efectiva) para aquel que era concesionario del lugar en el momento de la tragedia, Federico Pajarín, a quien también se lo inhabilitó para tareas vinculadas a la montaña por el doble de tiempo.

Ese final, si bien no es el que Ximena Cerda y Juan Benítez, mamá y papá de Manu, consideran el mejor, al menos les hace sentir que todo lo que transcurrió en estos dos años no fue en vano.

“Él (Pajarín) aceptó su culpabilidad, eso ya tiene una condena social, lo que es muy importante”, manifestó Juan, para luego añadir: “Peor hubiese sido que saliera por la puerta grande sin ninguna mancha; ahora, ya está manchado de por vida”.

Igualmente, el papá de Manu aclaró: “Aceptamos lo que se dictaminó, aunque no estamos conformes, porque siempre quisimos que esta persona pagara con cárcel”.

Más allá de esa pretensión, la familia de Manu accedió al acuerdo del juicio abreviado. Al respecto, el padre del fallecido explicó: “Por homicidio culposo, según nos dijeron, es muy difícil que alguien vaya a la cárcel. Y, si seguíamos en un juicio oral, el desgaste iba a ser muy grande… Con los testigos, revivir todo una vez más… Además, corríamos el riesgo de que la causa cayera”.

“Estamos consternados… Todo fue muy fuerte. Si bien necesitamos darle un cierre, uno nunca termina de asimilar las cosas”, expresó el papá de Manu, para después, a modo de conclusión, suspirar: “Tenemos que aprender a transitar la vida sin nuestro hijo”.