Ayer miércoles al mediodía, en el salón de UnTER se realizó una conferencia de prensa para comunicar la gravedad de la situación ante la falta de respuestas por el no inicio del ciclo 2024, tanto para la Orquesta del Bicentenario como coros, Usinas Culturales y Talleres de Bandas.

Como consecuencia de las medidas económicas que ha tomado el gobierno nacional, no está llegando el dinero necesario para que Provincia dé continuidad a una serie de programas referidos a la cultura.

Es por ello que se encuentra afectado el inicio del ciclo 2024 de la Orquesta del Bicentenario, la Orquesta de la Escuela 324 de Los Coihues, los coros que dirigen Martín Caracoche y Marisa Grispo en las escuelas 321 y 312, el coro Canto Alegre y el Coro infantil de la Estepa y el Sol. Además de las Usinas Culturales y los Talleres de Bandas.

Vale recordar que desde los inicios de estos programas, los docentes tienen contrato hasta diciembre, renovándolos al año siguiente, pero esta vez, eso no sucedió.

Los instrumentos están bajo llave y no pueden ser utilizados, muchos deben tener mantenimiento por lo que se van deteriorando.

Espacio de encuentro y contención

Más allá del enorme aprendizaje de los chicos y jóvenes, también hay otros factores a los cuales no se les puede restar importancia, la contención y el compañerismo que reciben en cada uno de estos espacios.

En el caso de las orquestas ya cuentan con los instrumentos, por lo que solo es necesario la renovación de los contratos de sus docentes, por eso todos los docentes afirmaron que la inversión mayor ya se realizó.

“Estamos finalizando abril y todavía no hemos obtenido respuestas a la cantidad de mails que hemos enviado a las autoridades responsables”, dijeron.

Los Talleres de Bandas funcionan a contra turno, son gratuito y voluntario. Están muy preocupados porque a esta altura del año siempre están trabajando pero hasta ahora nadie les ha dado una respuesta.

Luego de la conferencia de prensa, la Orquesta del Bicentenario regaló su música a los presentes. Mariano Videla, su director, dijo: “A veces tocamos para festejar, para conmemorar, y hoy lo hacemos para reclamar y que se nos escuche”. Tocaron los integrantes que tienen instrumentos propios y se sumaron músicos locales.

Junto con la música estuvo presente la muerte, que bailando entre los artistas movía la guadaña. Una triste representación de voces e instrumentos que están siendo silenciados, dejando a chicos y jóvenes sin el espacio que habían elegido para su presente y apostando a un futuro mejor.