“Llego traído por las circunstancias de la historia, trayendo la mirada y los reclamos de mi pueblo, que ha sufrido la ignominia del genocidio”. Así se presentó el werken (vocero) de la Coordinadora del Parlamento Mapuche-Tehuelche de Río Negro, Orlando Carriqueo, en Zúrich, Suiza, durante un discurso que brindó en el marco de una movilización durante la huelga mundial por el clima.

El referente indígena, quien se encuentra en Europa invitado por el colectivo ambientalista BreakFree, dijo que provenía “de un territorio que está siendo sometido desde hace quinientos años a la expoliación y el saqueo”, y que, sosteniendo la lucha de sus antepasados, quería transmitir “el conocimiento de un pueblo milenario, con otra filosofía y otra espiritualidad”.

Carriqueo, además, resaltó que el acto coincidía con el Día del Indio Americano (fue el viernes 19 de abril) y expresó que la lucha de los pueblos originarios “representa la dignidad de todas las vidas”.

“Como decimos nosotros, los mapuche, itrofill mongen (todas las vidas), porque en nuestro conocimiento milenario sabemos que no sólo los humanos tenemos vida. Los cerros tienen vida; las montañas tienen vida; el agua de los ríos, lagos y mares tiene vida; los animales y las piedras tienen vida; el bosque tiene vida, y así podríamos seguir nombrando cada elemento que vive con nosotros. Si alguna de esas vidas es atacada en su derecho a estar en el territorio o se contamina, el costo es para todas y todos. La humanidad es sólo parte de este mundo que habitamos junto a otras fuerzas que sostienen el equilibrio en el territorio. Hagan la prueba de desaparecer una montaña o cerrar el paso de un río y verán que todo cambia”, apreció el werken.

“Los pueblos indígenas hemos sido sometidos a sangre y fuego por la avaricia capitalista de un mundo occidental que, en los últimos milenios, ha llegado para saquear los territorios, produciendo el asesinato de millones de personas en África, en Asia y en América Latina”, sostuvo el referente mapuche, para después cuestionar: “¿Hasta cuándo piensan que se puede sostener esta violencia? ¿O acaso nosotras, nosotros, los indígenas y nuestro territorio, no tenemos derecho a vivir?”.

“Para hablar del cambio climático es necesario hacerlo con las verdades. Nosotros no podemos seguir sosteniendo los modos de vida de las sociedades europeas o del primer mundo. Los modos de vida y consumo en estos lugares no son producto de políticas bien aplicadas, de buenos programas económicos o de buenos gobiernos. Son producto del saqueo, expoliación y muerte de otros espacios territoriales. Entonces, para hablar de cambio climático tenemos que hablar del consumo desmedido de las sociedades en este sistema capitalista e inhumano. Porque no van a alcanzar todos los parques fotovoltaicos o todos los parques eólicos para sostener este nivel de vida”, reflexionó, y luego manifestó: “Esa es la discusión central que debemos abordar como sociedades, desde la igualdad como gente, pero desde una realidad que nos golpea todos los días con distintos fenómenos meteorológicos o grandes sequías o grandes incendios que cuestan vidas”.

Así, indicó: “Tenemos que buscar el kume mongen o buen vivir, y eso sólo es posible si hay territorios sanos. Si las relaciones de los pueblos se sostienen en un marco economista o con presiones extractivistas a cambio de deudas externas de los países que ustedes llaman subdesarrollados, el camino al final del mundo estará más cerca. No podemos seguir siendo colonias de ustedes. No escondamos discusiones bajo otros nombres. El cambio climático, el recambio de la matriz energética es responsabilidad de todas y todos”. De esa forma, consideró que “la aplicación de políticas extractivistas en Abya Yala o Latinoamérica implica la violación sistemática de los derechos humanos, significa desapariciones y asesinatos de representantes indígenas que defienden el territorio, violaciones de las garantías constitucionales, violencia institucional y judicial”. Y, en tal sentido, afirmó que los indígenas están legitimados para defender sus modos de vida y territorios. “Tenemos la legitimidad que nos da la dignidad de los pueblos que se niegan a desaparecer”, aseveró.

“Venimos a decir que vamos a seguir defendiendo el agua y la tierra, que continuaremos luchando por el buen vivir”, concluyó el werken.