El juez de Garantías Juan Pablo Laurence, rechazó parcialmente los planteos defensivos de Jonathan Rabinovici y Santiago Figueroa, pero consideró irregular la obtención de información de los dos detenidos cuando todavía eran testigos del caso, por lo que no podrá utilizarse como prueba válida todo lo que surgió de esas entrevistas ni las muestras biológicas que les tomaron. Además, realizó un llamado de atención a los operadores judiciales. No obstante, validó la detención, los allanamientos y la formulación de cargos en su contra.

Jonathan Rabinovici y Santiago Figueroa, cuñados entre sí, quedaron formalmente imputados como coautores del homicidio de Facundo Bargiela, socio y amigo del primero de los nombrados. Seguirán detenidos mientras avance la investigación. Se suman así a Carlos Bracamonte, quien ya había sido imputado como partícipe necesario del crimen y se le impuso la prisión preventiva domiciliaria por cuatro meses. Resta resolver la situación de Julio Torres, también detenido, quien podría ser imputado este martes como autor del delito de encubrimiento.

 

Carlos Bracamonte (40) fue acusado el jueves como partícipe necesario en el crimen. Este viernes el fiscal Lanfranchi acusó a Jonathan Rabinovici (31) y Santiago Figueroa (19) como coautores del crimen encuadrado en la figura de homicidio agravado por la participación de más de dos personas, por su comisión con alevosía y por la utilización de un arma de fuego. Pero los defensores Luciano Magaldi y Paola Del Río plantearon serias objeciones al procedimiento desplegado por la fiscalía y denunciaron graves afectaciones a derechos y garantías procesales. El juez Laurence este lunes resolvió aceptar parcialmente sus planteos, pero en lo sustancial habilitó la formulación de cargos.

 

El fondo de la cuestión fue la información que obtuvo la fiscalía en torno a Rabinovici y Figueroa, quienes en primera instancia fueron demorados y trasladados a la comisaría 80 en calidad de testigos, pero nunca más abandonaron el lugar y de testigos pasaron a imputados por encubrimiento, en primera instancia y a imputados por homicidio en segundo orden. El juez no apreció “afectación” ni advirtió que en las declaraciones como testigos se hayan desplegado “medios suficientes para obtener información que los incrimine”, aunque sí advirtió que una vez que su condición de testigos cesó y se convirtieron en imputados, debieron ser informados los dos sobre su derecho a negarse a declarar y a negarse a la entrega de teléfonos celulares y otras pruebas a las que se sometieron de manera voluntaria, sin la participación de un defensor.

 

Para el juez “Inmediatamente que mutó su condición, debieron ser informados de su derecho” y agregó que ameritaba “la intervención jurisdiccional para permitir el examen de lo actuado”. En consecuencia, declaró la invalidez de esas testimoniales, que para las defensas tuvieron el carácter de declaración indagatoria, al examen de sus teléfonos celulares y de las muestras biológicas que les tomaron.

 

La consecuencia de lo anterior, es “que no podrá utilizarse como evidencia de cargo” todo aquello que se desprendea de “las manifestaciones de Figueroa y Rabinovici en la comisaría 80, ni la información obtenida de sus teléfonos celulares”. Al respecto señaló que se trata de una “irregular obtención de la prueba”, que está expresamente vedada por el Código Procesal, al tiempo que llamó la atención a los operadores judiciales.

 

De acuerdo a la teoría acusatoria que planteó en audiencia el fiscal César Lanfranchi, Facundo Bargiela fue ultimado a traición, sorprendido desde la parte trasera del vehículo en el que viajaba como acompañante en la parte delantera. Le descerrajaron un disparo sin que pudiera defenderse. El proyectil ingresó por la región occipital izquierda con orificio de salida en zona orbital derecha.

 

Todo ello ocurrió de acuerdo a lo que previamente habían acordado los acusados, quienes en primera instancia se comunicaron con la víctima y pactaron encontrarse en pleno centro de la ciudad. Se aseguraron de mantener tranquilo a Bargiela por la relación de confianza que mantenían con él. Se trasladaron a bordo del vehículo Chevrolet Onix hacia el Ñireco, lugar en que ascendió al vehículo el último de los imputados. Finalmente se desplazaron hasta el escenario en el que fue descartado el cuerpo, en un descampado lindero a la ruta de Circunvalación, en cercanías de la estación La Paloma de Edersa. El espacio geográfico y el momento exacto del crimen no está determinado todavía.

 

Según manifestó Lanfranchi, la investigación logró documentar diversas publicaciones en redes sociales que vinculan a la víctima y a los acusados y a los acusados entre sí, en un contexto de comercialización de inmuebles y otras actividades deportivas y comerciales.

 

Lanfranchi solicitó este lunes medidas cautelares de restricción de libertad, como lo había hecho en el caso de Bracamonte. De tal manera, Figueroa y Rabinovici continuarán detenidos tal como se estableció con Bracamonte, mientras dure la etapa penal preparatoria establecida en cuatro meses de duración. El juez Laurence ofició al Servicio Penitenciario Provincial, que en las medidas de las posibilidades Rabinovici continúe detenido en la comisaría 80 del barrio San Francisco y Figueroa en la 36 de Dina Huapi.

 

El cuarto detenido en el caso es Julio Argentino Torres (61), para quien la formulación de cargos se postergó hasta este martes y continuará detenido hasta que la misma se concrete. Será patrocinado legalmente por la defensora pública Natalia Araya.