El intendente Walter Cortés dejó numerosas declaraciones en la apertura de sesiones del Concejo Deliberante.

Comenzó diciendo que se considera un trabajador y que “los trabajadores se constituyen en la fuerza fundamental de una ciudad, son quienes abren y cierran los negocios”.

“No me voy a dejar vencer por nada ni por nadie, porque escucho algunas voces. Nos dejaron un Bariloche de rodillas y no se lo merece. No quiero verla en este estado crítico, quiero verla crecer”, agregó.

Dijo además: “Conmigo se acabaron los vagos, los ladrones, los que fichan y se van a su casa, los que no arreglan sus frentes. A este Bariloche lo levantamos entre todos”.

Retomó sobre un concepto ya expresado anteriormente sobre la gestión que asumió.

“Encontramos una situación de tal gravedad que tuvimos que reordenar prioridades. Desidia por donde se mire, parque vial inexistente, dependencias vergonzosas. No se puede tener edificios como ranchos”.

Consideró que el personal municipal estaba "sin ganas de nada, porque acá se planchó todo" y que había 2.300 trabajadores casi desperdiciados.
Volvió a desmentir a Gustavo Gennuso respecto de la situación económica que encontró al asumir y señaló en esa línea que “había deudas por compromisos asumidos por 9 masas salariales”.

Añadió que se encontró con negocios por todos lados, con contribuyentes que no cumplían y que eso con una adecuada fiscalización se soluciona.
Cortés puntualizó en que hay que rever el contrato del transporte urbano porque “prácticamente el 70 por ciento del servicio”, apuntó contra quienes viajan gratis y prometió asfaltar las calles donde pasan los colectivos.

En otro pasaje de su extenso discurso, el jefe comunal pidió a los empresarios de Bariloche que “tomen gente de Bariloche”, ya que eso también pondrá fin a la especulación en vivienda.

Al tiempo que subrayó que a los establecimientos ubicados y que se instalen en el Oeste del ejido, se les exigirá que coloquen cámaras de tratamiento de líquidos cloacales para que no sean dirigidos crudos a la red ni al lago.

Planteó la necesidad de descentralizar la administración pública, que se pueda hacer trámites en diferentes delegaciones y en formato digital. Pretende que ir al centro de la ciudad “sea un paseo” y no necesariamente que implique hacer trámites.

El intendente valoró la actividad turística, pero criticó a quienes vienen a hacer negocios a Bariloche y no les importa nada. Advirtió que esos deberán “cuidarse un poco más”. Pero valoró a los “trabajadores empresarios” que ponen de pie su comercio día a día, a ellos ofreció su colaboración.

“Llevaremos adelante un gobierno transparente, de puertas abiertas, que exigirá el cumplimiento de las normativas vigentes sin excepciones, pero eliminando la burocracia innecesaria. Un gobierno donde cada funcionario y cada empleado municipal será un servidor público dispuesto a ayudar”, prometió.