El mes pasado, la ONG Codec, la Asociación de Gasistas Matriculados y usuarios en general presentaron un amparo en el Juzgado Federal de esta ciudad, debido a falta de factibilidad para realizar nuevas conexiones de gas en la región.

Al respecto, El Cordillerano dialogó con el exconcejal y presidente de Codec, Pablo Chamatrópulos, quien señaló que “es un tema que en general se soslaya cuando se habla de las conexiones de gas en Bariloche y que es muy grave, porque afecta a 5 mil barilochenses que han tenido la negativa de Camuzzi y que además afecta a 23 localidades de la región, con un total de 15 mil usuarios”.

“No se entiende que este problema nos muestra un modo de conducta de la dirigencia local, sin capacidad de gestión frente a factores de poder nacional ni herramientas de solución. Bariloche es una de las ciudades que más carece de infraestructura urbana, con un 80 por ciento de calles de tierra, algo que no sucede en ningún lugar del mundo, por citar un ejemplo. Y el tema del gas es también un grave problema de esa falta de infraestructura. Esto expresa la fatalidad de una dirigencia que se quedó en el tiempo, obsoleta en términos de gestión y con una fuerte falta de capacidad”, consideró.

El dirigente recalcó que es una obra complementaria la que debe realizarse para que miles de familias tengan este vital servicio en sus domicilios.

“El gasoducto cordillerano costó 3 mil millones de dólares, fue una obra muy compleja, que resolvió en 2016 el problema de las nuevas conexiones y lo hizo por poco tiempo, porque había que hacer obras complementarias por un valor muy menor, del 1 o 2 por ciento del total de la obra, y que implicaba la colocación de unos comprensores a la altura de Río Senguer y de Gobernador Costa, que permiten darle presión al fluido”, detalló.

“Eso nadie lo entendió ni lo gestionó. Recién tomaron nota cuando Camuzzi dictó la negativa. Es decir, que no hubo un trabajo preventivo. Y cuando la empresa dictó la negativa tampoco se gestionó. Por lo que cuando había un Gobierno nacional que hacía obra pública, no lo gestionaron. El Concejo municipal de Bariloche solo presentó un proyecto de declaración, pero nadie realmente lo tomó como una causa. Tampoco fue parte de la agenda de Gustavo Gennuso ni está en la de Walter Cortés, como tampoco fue parte de las prioridades de la entonces gobernadora Arabela Carreras”, opinó Chamatrópulos.

“Hoy los gobernadores actuales lo toman y ya es tarde, diciendo que se pondrán al frente de las gestiones. Pero el Gobierno nacional ya avisó que no se hará obra pública. Por lo tanto, no es posible que una obra menor no se haga por falta de dinero, porque los usuarios afectados podrían financiar la obra. La propia empresa que tiene la responsabilidad jurídica de hacerlo y por eso le hicimos un amparo, habla con una desaprensión escandalosa”, agregó.

“Este es un buen punto para reflexionar, que pocas veces hubo una obra tan fácil de repagar. Deja en evidencia la falta de análisis respecto de esta obra, la falta de su ingreso en el debate político, la inexistencia en el discurso de los principales dirigentes locales y la ausencia de planificación para resolver un tema de infraestructura que es elemental, y que es la provisión de uno de los servicios públicos esenciales y que en Bariloche es de necesidad imperiosa por la cuestión climática”, sostuvo.

Para Chamatrópulos, resolver esta problemática “es una tarea que nos tendremos que dar los ciudadanos y, en ese rol y teniendo un nivel de conocimiento en los derechos de los consumidores y de los usuarios, he tomado esta posibilidad de avanzar en una solución que, sin dudas, deberá ser negociada, pero nosotros tenemos alternativas para proponer”.

“Por eso convocamos a una instancia de audiencia de conciliación. Pero el caso nos muestra la inoperancia de la dirigencia local en toda su dimensión”, concluyó.