El 4 de agosto de 2022 la misión espacial Blue Origin NS-22,  patrocinada por la organización sin fines de lucro Space for Humanity, realizó un vuelo suborbital. Llevaba a seis pasajeros, entre ellos a Sara Sabry, la primera mujer árabe, la primera egipcia y la primera africana, en surcar el espacio.

Tiene 30 años, es licenciada en ingeniería mecánica con especialización en biología, química y medicina de la Universidad Americana de El Cairo (2016) y obtuvo una maestría en la ingeniería biomédica en la Universidad Politécnica de Milán (2020). En la actualidad estudia para un doctorado en Ciencias Aeroespaciales en la Universidad de Dakota del Norte. Su investigación se desarrolla en el Human Spaceflight Lab y es financiada por la NASA. Se centra en la nueva generación de trajes espaciales. Cabe recordar que en 2019 se suspendió una caminata espacial por problemas en la vestimenta de dos mujeres astronautas.

Para el vuelo espacial se presentó a un concurso de oportunidades donde participaron más de 7.000 postulantes. La confirmación de su viaje la recibió el día del 50° aniversario del Apolo 11. Cuenta sobre su experiencia: “muy rápidamente, el cielo cambia de azul claro a azul más oscuro, a violeta y luego a negro, y eso es lo único que te dice que estás en el espacio. Era hermoso y estaba asombrada. Creo que es el sentimiento más liberador que cualquiera pueda experimentar”.

Es consciente que si no sos occidental las oportunidades de explorar el espacio son muy bajas. Por ello, fundó Deep Space Initiative, una organización que busca aumentar el acceso a la industria aeroespacial de personas de diversos orígenes. En la actualidad 205 investigadores de 28 países desarrollan unos 53 proyectos espaciales para esta organización. 

La primera mujer en hacer una caminata espacial fue la soviética Svetlana Savítskaya en 1984. En toda la historia se han registrado más de doscientos paseos espaciales, pero solo trece fueron hechos por mujeres. No es solo una cuestión de trajes.