El ganador de la última edición de Gran Hermano tocó varios temas, como sus problemas de salud y una cita casi trágica con una joven. 

Marcos Ginocchio estuvo como invitado a PH, Podemos Hablar, junto a Julieta Poggio, Abel Pintos, Paula Chaves y Damián Betular. El ex participante de Gran Hermano se abrió ante Andy Kusnetzoff: le habló sobre el problema de salud que atravesó en el pasado y una cita que resultó mal con una ex novia. 

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“Me pasó un par de veces, cuando era chiquito, es muy largo, pero resumidamente, no daba más, me pasaron un par de cosas y no encontraba de donde agarrarme. Fueron varios problemas de salud que tenía, que me traían mucha ansiedad, mucha depresión. Me costaba muchísimo salir. Trataba y trataba, pasaba el tiempo, creía que iba a pasar, mejorar, pero no le veía mucho sentido”, reveló sobre la mal que la pasó siendo más chico.

“Me dieron que no podía seguir así porque había bajado mucho de peso, no tenía energías, me costaba hacer todo… Y me acuerdo que una noche, llorando, le pedí a Dios que me acompañara. Ayúdame, lo que tenga que ser, pero acompáñame, no pudo seguir así un día más. Llorando me dormí, y al día siguiente fue como que sentí la presencia de Dios y todo empezó a mejorar”, contó, dejando en evidencia lo mal que la pasó. 

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Posteriormente, dio un paso al frente y reveló cuál fue su peor cita, al punto que casi incendia su casa por los nervios que atravesó en ese momento, cuando su invitada le manifestó que la comida que preparó no era de su agrado para un encuentro amoroso. 

“Me acuerdo que estábamos viendo cuándo nos encontrábamos, me dice de juntarnos a cenar, y le digo ‘venite a mi casa y comemos algo’. Yo estaba pensado qué le podía preparar, y vamos a lo básico, a la milanesa con puré”, comenzó narrando Marcos.

“Cuando llega y me dice qué vamos a comer, le digo: milanesas. Y ya me puso cara como de ‘¿es lo único que preparaste?’. Así que como que arrancamos mal, y ahí como que me puse nervioso. Puse las milanesas en la sartén y me fui con ella a charlar al living. Cierro la puerta y tanto charlar, pasó el tiempo”, agregó el ex hermanito, que intentó cautivar a la joven con su charla, olvidándose por completo de la comida. 

“Voy a mi cuarto, porque me estaba sonando el teléfono, y me estaba llamando mi vecino, que me preguntó si estaba en el departamento. '¿Está todo bien? Fíjate si está todo bien en la cocina, porque está saliendo humo por la ventana'. Entro y un humo tremendo, la milanesa hecha carbón. Así que salió mal, pero no tan mal porque después fuimos novios”, reconoció Ginocchio.