Con el alto porcentaje de ocupación, Bariloche se empezó a ver concurrida ya desde el jueves 25 de mayo, y la lluvia acompañó durante toda la jornada. Con el clima lluvioso, la nieve en alta montaña y las bajas temperaturas, hasta los más valientes dudan si bajarse o no del auto. Tal es así que los visitantes terminan buscando opciones de paseo y lugares cerrados para conocer.

Bariloche ofrece entonces como primera opción para hacer en auto el recorrido de Circuito Chico. Sobre el kilómetro 18 de avenida Bustillo la ruta se bifurca y comienza el paseo que es un recorrido circular de 17,6 kilómetros en total, en el cual se destacan miradores y un punto panorámico ideal para la foto. Es un paseo tradicional que se hace en Bariloche en cualquier época del año.

La vuelta por Circuito Chico, además, se puede combinar con un paseo por el centro de la ciudad. Porque convengamos que el Centro Cívico es otra foto tradicional de los viajeros que visitan Bariloche.  

El Centro Cívico, el kilómetro cero de San Carlos de Bariloche, está conformado por edificios construidos en piedra y madera donde se emplazan la Municipalidad, una biblioteca pública, la oficina de turismo y el Museo de la Patagonia. Cuenta, además, con la imponente vista de frente al lago Nahuel Huapi. Se inauguró el 17 de marzo de 1940, lo construyó el arquitecto Ernesto de Estrada y fue declarado monumento histórico nacional en 1987.

A la salida de las arcadas del Centro Cívico comienza la calle Mitre, una de las más importantes de la ciudad y donde encontramos chocolaterías, tiendas de artesanías, agencias de turismo, bares y restaurantes.

Un buen plan cuando llueve en Bariloche es disfrutar de un chocolate caliente y una porción de torta en alguna de las tantas chocolaterías que se encuentran en calle Mitre. Incluso, recorriendo una por una encontrarán innumerables opciones de chocolate en todas sus formas: en rama, en polvo, tabletas, bombones, barras para hacer submarino, alfajores, entre otras.

También es un hermoso lugar para conocer e ideal cuando el clima no acompaña, la Catedral Nuestra Señora de Nahuel Huapi. Está hecha en piedra y rodeada de jardines. Fue construida por el arquitecto Alejandro Bustillo a mediados de la década del 40. Es imponente por dentro y vale la pena visitarla para apreciar los vitrales y su efecto en la iluminación.

Por último, pero no menos importante, Bariloche es reconocida mundialmente por su calidad de cerveza artesanal. Hay un mercado desarrollado desde hace varios años que la coloca entre los primeros puestos con varias de sus especialidades. Otra opción que eligen los turistas es visitar una cervecería artesanal (de las del centro o de los kilómetros) y degustar alguno de sus platos. Así, se completa la experiencia de turismo en Bariloche, un día de lluvia.