Entre el estallido de 2019 y las elecciones presidenciales, buena parte de la colectividad chilena en Bariloche participó de la euforia que pareció instalarse en el vecino país. Hoy, todo es desazón.

En la Argentina nadie puede alardear sobre estabilidad política o económica, pero en el último año, Chile amenaza seriamente con ponerse cabeza a cabeza en una hipotética e indeseable carrera entre vecinos. “Estamos muy golpeados y decepcionados, hay un retroceso muy importante en la movilización”, dictaminó Francisco Rubio después de las elecciones del último domingo, en las que se impuso con amplitud la derecha.

Gabriel Boric asumió como presidente en marzo de 2022 pero, sin embargo, pareciera que la expectativa que despertó quedara a un siglo de distancia. En los comicios para elegir convencionales constituyentes del fin de semana, la derecha en su conjunto obtuvo más del 56 por ciento de los votos que se emitieron, si se suman el 35,5 por ciento del Partido Republicano y el 21 por ciento de Chile Seguro.

Tales guarismos impactaron considerablemente en la colectividad chilena de Bariloche, tradicionalmente alineada con las expresiones más progresistas. En realidad, se trata del tercer bajón consecutivo. “No nos quedamos con buen ánimo después de la derrota en el Plebiscito de Salida y tampoco en esta elección de constitucionalistas”. La desazón también se explica “por las elecciones parlamentarias del año pasado”, concedió Rubio, quien fue apoderado general de Apruebo Chile en la coyuntura constitucional anterior e integra la Asociación Cultural Salvador Allende.

Mencionó que la compulsa del domingo último “venía amarrada por el Congreso, que, a través de la Comisión de Expertos, bajó el número de constitucionalistas a elegir. Creo que el Gobierno de Boric quedó muy mal parado después de las últimas tres elecciones. La derecha se la jugó muy bien, creando un pico inflacionario en los artículos de primera necesidad que provocó mucho mal humor en la gente”.

Esa inflación localizada tiene sus correlatos en supermercados de Villa La Angostura y esta ciudad. “Eso lo podemos ver con la cantidad de chilenos que vienen cada semana a comprar a Bariloche, Mendoza, etcétera, porque en Chile están muy caros”, resaltó el residente. “Estas elecciones también se han tomado como un cuestionamiento al Gobierno de Boric porque no ha cumplido con las expectativas con las que fue electo”.

Unidad para Chile, la fuerza que respalda al presidente, solo logró el 28,5 por ciento en las elecciones más recientes. “Lamentablemente, al gobernar con métodos de derecha sin haberse echado al hombro los plebiscitos, como tendría que haber hecho, ha estado muy marcado por lo que puede hacer y no puede hacer por la derecha, vía las acusaciones constitucionales y etcétera. Eso no le ha permitido tener capacidad de maniobra”, cuestionó Rubio.

Observó que “los resultados nos dejan a una derecha que ganó ampliamente, pero también a más de dos millones de votos nulos… Hay que ver por qué tanta cantidad”, señaló. “Para más adelante, al panorama no lo veo muy alentador, sobre todo para las posiciones progresistas y para lograr más derechos para el pueblo. Creo que va a ser un retroceso, espero que no sea tanto y que el pueblo vuelva a reaccionar”, pidió nuestro interlocutor.

Según el chileno-barilochense, “para enfrentar esta nueva situación de una constituyente dominada ampliamente por la derecha y una Comisión de Expertos que tienen su posición política determinada, al pueblo y a la izquierda lo único que les queda es la movilización, para que no nos castiguen tanto. Ahora hay que ver qué constitución presentan, que también tendrá que ser plebiscitada”, señaló.

En la nueva etapa del proceso, serán 50 los convencionales que deberán redactar una nueva propuesta constitucional para reemplazar al texto que data de la última dictadura. El primer proyecto fue ampliamente rechazado en septiembre último y ahora, el pueblo chileno deberá volver a emitir su opinión en diciembre próximo. “Lamentablemente, estamos muy golpeados y decepcionados, hay un retroceso muy importante en la movilización en Chile. La derecha ha sabido articular muy bien y la izquierda se ha ido quedando”, concedió Rubio. Apenas si pasaron un año y dos meses, pero de aquella euforia que supo cruzar la cordillera poco y nada queda en Bariloche.