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| 01/04/2023

Aprender en territorio es la consigna más fuerte de la carrera de Medicina

Aprender en territorio es la consigna más fuerte de la carrera de Medicina

El año pasado la Universidad Nacional de Río Negro incorporó la carrera de Medicina en nuestra ciudad. Con una amplia convocatoria de parte de inscriptos además de la aceptación y acompañamiento de parte de diversas instituciones en el dictado de las clases.

Tiene un abordaje muy particular y busca colaborar con la comunidad para mejorar la salud, llevando adelante acciones de promoción y autocuidado en territorio.

El doctor Felipe De Rosas es profesor adjunto de la carrera de Medicina de la UNRN y habló de la experiencia que están viviendo en los barrios los estudiantes. “No es la carrera clásica con cátedras sino que son asignaturas y aprenden lo que se llama aprendizaje basado en problemas”.

Hay varias experiencias similares en el país. Desde el primer día de clases analizan las situaciones, citó un ejemplo “un niño que puede tener un problema respiratorio y termina con neumonía en la guardia y vive en el 34 Hectáreas entonces se aprende sobre los pulmones como se haría en anatomía”. Por otro lado estudian la fisiología de los mecanismos de respiración, cómo atenderlo pero además, tienen una parte que se llama tutoría de terreno. “Esa misma semana vienen al Centro de Salud y se plantea el problema en territorio, no es lo mismo una neumonía de un paciente de Melipal que de un chico de un barrio como el 34 Hectáreas porque las condiciones ambientales son diferentes”. Se ve si la calefacción que utilizan es a leña, si su vivienda está en condiciones para afrontar lo que le sucede.

“Durante tres años van a estar trabajando en territorio, por ejemplo en El Frutillar están empezando a conocer el barrio, sus organizaciones, su parte ambiental, si tienen agua potable y cloacas”. Aparte de ir viendo cómo evoluciona la neumonía de ese chico, se hace un seguimiento si continúa los controles en la sala de salud, etcétera.

“En esa semana no aprenden todo lo relacionado con lo respiratorio pero se plantea una base que se va escalonando con otra neumonía más complicada donde aprenden otro tipo de intervenciones”, explicó.

En esa recorrida anual los estudiantes poco a poco van haciendo un diagnóstico de situación de salud “no es un censo barrial sino que van conociendo cuánta gente vive en cada territorio, dialogan con la gente de cada Junta Vecinal, cuántos pilares de luz hay, quiénes cuentan con los servicios básicos”.

 Otra situación que debieron analizar fue la de salud escolar en una escuela. “Un nene tenía obesidad y eso fue el disparador para ver las implicancias orgánicas que puede tener y después en territorio preguntan en el centro de salud si vemos sobrepeso, muchos casos de chicos y chicas obesas”. Después van a la escuela barrial “le plantean a los docentes el problema, hablan con los chicos, dialogan con los almacenes para ver qué es lo que más compran los menores. Una vez que logran un panorama mucho más amplio y completo, buscan alternativas en conjunto".

Van mucho más allá de lo que puede decir un libro de medicina. “El beneficio que tienen estos estudiantes es algo que yo no tuve, después de 6 años de carrera nunca le pregunté a un paciente cómo vivía” dijo De Rosas.

“Entonces tuve que empezar a reformatearme en muchas cosas que implica el acto médico, eso es un poco el diagnóstico de situación que muchas veces se complementa con otras actividades”. Siguen yendo a barrios muy nuevos como por ejemplo La Habana, “hablan con los vecinos, ven quiénes tienen perros y hablan de la hidatidosis, ver quiénes hacen huerta porque eso mejora la calidad de vida”.

Van sumando datos a cada situación, siguen una cadena de información obtenida. “Arman poco a poco un rompecabezas con piezas que van dando conformación a cada territorio”.

La idea es que puedan dar un buen diagnóstico de situación de salud, colaborando con las salas barriales.

También trabajan en situaciones de emergencia, como el lamentable caso de la señora que falleció a causa del hantavirus. Más precisamente estuvieron recorriendo la zona donde vivía para hablar con los vecinos y concientizar sobre cómo se pueden prevenir futuros casos.

“Fueron dos jornadas de promoción de la salud junto a agentes sanitarios, entonces no solo es la búsqueda de información, si la gente tiene maleza en sus terrenos o algún basural cercano, sino que se tiene una mirada mucho más amplia”.

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