La muerte de Quenia Gabriela Oliveira Matos de Lima, de 2 años, causó una fuerte conmoción en Brasil. La nena falleció tras una brutal golpiza y por el crimen detuvieron a su padre, Marcos Vinicius Lino, y a su madrastra, Patricia André Ribeiro. Ambos están acusados de homicidio doblemente calificado y torturas.

El caso fue descubierto cuando ellos la llevaron al hospital, en Guaratiba. Explicaron que la menor se había caído pocos minutos antes. Sin embargo, la médica Ana Cláudia Regert, explicó que “ya estaba sin signos vitales y en estado cadavérico”.

“Cuando la subimos a la camilla y la desnudamos para iniciar las maniobras (de RCP), estaba claro que se trataba de lesiones que no acababan de ocurrir ayer. Estas eran cosas que habían estado sucediendo durante mucho tiempo. Había quemaduras, probablemente por cigarrillo, en el ombligo, la zona genital estaba alterada, había una fisura anal, muchos moretones”, recordó.

El papá y su pareja fueron detenidos poco después en el centro médico. Ante los agentes, los dos negaron los maltratos. “Dijeron que esas heridas fueron cuando la nena jugaba y se caía”, indicó la comisaria Márcia Julião.

La autopsia constató que Quenia presentaba 59 lesiones en todo el cuerpo, principalmente en la cara, el abdomen y la espalda, además de signos de abuso sexual. Los moretones, nuevos y viejos, revelaron una rutina de agresión física.

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El informe forense precisó que murió a causa de un politraumatismo torácico y abdominal, provocado por un golpe contundente. Había fallecido por lo menos una hora antes de que la llevaran al hospital.

Además de Marcos y Patricia, la policía decidió procesar a una maestra, dos cuidadoras y los dueños de la guardería a la que asistía la menor. Esto por no denunciar los malos tratos, pese a tener sospechas. “Ellos sabían de las agresiones y tenían la obligación de comunicarlo al Consejo Tutelar y a la comisaría. No informaron lo que sufría la niña, no hay justificaciones”, sostuvo Julião.