El conductor reveló una situación personal que llamó la atención de sus compañeros de programa, en algo tan sensible como el nombre completo de su primogénito.

Si hay algo que caracteriza a Martín Liberman es que no tiene medias tintas para vertir una opinión y también que no se ata a tener que decir algo para quedar bien con un medio para el que trabaja, sino que su pensamiento es con todas las letras, más allá de quien coincida con él o no.

Su absolutismo para hablar y hasta veces pedante le granjeó muchos detractores en su profesión y también en el público general que lo desprecia y cuando puede por redes sociales lo defenestran con cualquier insulto que se les ocurra, desde lo peyorativo de llamarlo mufa hasta el antisemitismo por su apellido.

En "Liberman en línea", programa que conduce por noveno año consecutivo por Radio Late, Martín contó una infidencia personal que tiene que ver con su hijo mayor, Blas, quien ya avisa en el seno familiar que a él le gustaría ser periodista y futbolista.

FIel a su estilo de no medir palabra para opinar, yendo en contra de los libros de padres de apoyar a los hijos, Liberman expresó: "Dice que quiere ser futbolista y periodista. Le encanta jugar. Ojalá no juegue al fútbol. Detesto que mi hijo juegue. Y ojalá no sea periodista porque es una profesión…”.

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Está aseveración sorprendió a sus compañeros de mesa en la radio, por caso su compañera Luciana Elbusto lo instó a que lo apoye debido a que su figura podría abrirle puertas en la profesión: “Vos también le podés abrir un poquito las puertas. Ya ser el hijo de…, aunque no guste, ayuda”.

Martín no estuvo de acuerdo y retrucó “No, al revés. Lo va a complicar más” y luego contó una infidencia familiar en la que su hijo se cambió el apellido por un ratito: "Hace poco, Blas fue a un club y dijo que se llamaba Blas Greco, con el apellido de la madre”.

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Esta situación sorprendió a los compañeros de equipo de su hijo, pero no así al conductor quien reflexionó: "Siempre que pueda no usar mi apellido yo le digo que no lo use. Es un país discriminador, antisemita. Si puede es Greco y no pasa nada. A mi me enorgullece que sea mi hijo y no me importa como se llame de apellido”. 

Para cerrar el conductor sentenció su parecer sobre la profesión de periodista, la cual según él está bastardeada por los propios protagonistas: "Que elija una profesión y una carrera normales. El periodismo no es normal. Ahora, ¿vieron lo que es la tele, hicieron zapping, el periodismo actual, los nuevos canales y programaciones? Hay que vestirse de jean, ser gracioso, jugadorista, al futbolista llamarlo con diminutivo. Eso no es periodismo, es otra cosa que no se como se llama”.