El juez de Garantías Víctor Gangarrosa dejó sin efecto el beneficio de la modalidad domiciliaria de la prisión preventiva de Hugo Gatica, imputado por tentativa de femicidio, y determinó que cumpla con esa medida cautelar “en el Establecimiento Penal N° 3 o en su defecto en el establecimiento que el Servicio Penitenciario provincial disponga de acuerdo a los cupos de salubridad, seguridad y demás, en relación a cada una de las dependencias correspondientes”.

La audiencia tuvo varios vaivenes incluso desde antes de empezar, ya que el acusado y su abogado, Rodolfo Rodrigo, pidieron que la prensa se retirara de la sala.

La fiscal no acompañó la petición y el juez determinó que no había inconveniente en que los cronistas permanecieran en el lugar.

Luego hubo varias idas y vueltas en un caso que desde el comienzo se ha presentado enmarañado, porque plantea cuestiones diversas, donde se habla de adicciones, delirios, paranoia y demás.

Para tratar de desenredar el nudo que presenta la causa hay que remitirse a su origen.

A Gatica se lo acusó de intento de femicidio contra su exmujer en un episodio confuso, donde ya había mencionado que lo “perseguían”.

En primera instancia se determinó que, durante la etapa de investigación, hasta el 11 de abril, permaneciera en prisión domiciliaria en la vivienda materna.

Luego hubo una nueva audiencia el 13 de enero, donde se determinó, por las complicaciones que tenía la madre en controlarlo, que la medida fuera transferida al domicilio del padre.

Pero nueve días después se produjo otro hecho confuso en el que el imputado fue hasta una comisaría a realizar una denuncia por una supuesta amenaza con un arma por parte de un pariente al que dijo no conocer, pero del que dio su nombre al momento de estar frente a la policía.

Antes de acudir al establecimiento policial realizó varios llamados a la Unidad de Arresto Domiciliario por Monitoreo Electrónico (UADME), donde gritaba y no contestaba las preguntas que le hacían.

Así se llegó a la última audiencia, donde la fiscal Silvia Paolini expresó: “Entiendo que hay una problemática. Que se trata de una persona que cuando consume no la pueden contener”.

“Cuando se le otorgó el beneficio de una prisión domiciliaria, se le explicó que no podía dejar el lugar”, advirtió la fiscal, para luego apuntar: “Dice que las personas lo amenazan”.

“Él mismo manifestó que tiene alucinaciones”, advirtió Paolini, y señaló que se trata de “una persona peligrosa”.

De esa manera, solicitó que “siga con la prisión preventiva pero con la modalidad de que sea en el establecimiento penal”, y lo justificó diciendo: “Hay que resguardar a la víctima, porque en este caso fue a la comisaría, pero no sabemos si la próxima vez no irá a su casa”. De esa forma, recordó que Gatica está imputado por “una tentativa de femicidio”.

El abogado defensor, Rodolfo Rodrigo, en tanto, expuso que su representado “no está en su sano juicio”.

“Es un muchacho que no sé las razones, si por la droga, el alcohol, el síndrome de abstinencia o qué, pero lo hacen tener algunas reacciones”, sostuvo, además de indicar que tiene un importante problema familiar.

“El problema mental es gravísimo”, apreció, y sostuvo que sus acciones “son consecuencia de ello”.

“No tiene control de los actos”, aseveró.

Asimismo, se refirió a una cuestión que muchas veces suele quedar de lado: “No puede estar internado en el hospital porque los esquemas de salud mental no prevén la internación ni los problemas mentales emergentes de la droga y el alcohol”.

De esa manera, consideró que quienes padecen esas problemáticas “son los grandes abandonados de la comunidad”.

El imputado comenzó un tratamiento en la fundación ASUMIR, aunque con diversos inconvenientes relacionados con el hecho de los turnos y los permisos que necesita para ir hasta el lugar.

Igualmente, el abogado sumó que “cuando sucedió el hecho por el que está imputado, que inició la causa, le dieron una paliza tremenda”, en referencia a supuestos golpes de efectivos policiales a los que también el propio Gatica aludió durante varios momentos de la audiencia, indicando que tenías fracturas en la cara y un dolor importante en el cráneo, que llevaron a que le suministraran morfina en el hospital.

Rodolfo Rodrigo manifestó: "Cuando pasen los meses y se haga el juicio, no sé lo que pasará con su vida. Afronta una acusación de muchos años de prisión, aunque probablemente salga absuelto por inimputabilidad. ¿Qué va a pasar con él?, nadie lo sabe. El sistema, a una persona así, no le permite vivir”.

El letrado pidió que se volviera a cambiar el domicilio de la prisión preventiva, y que regresara a la casa materna, ya que la madre se comprometía a redoblar el esfuerzo para contenerlo.

La fiscal, entonces, opinó: “El primer cambio de domicilio lo hicieron porque la madre no lo podía contener y lo mandaron a la casa del padre; ahora quieren que vuelva a la de la madre. Cuando fue el hecho por el cual está detenido le manifestaba a su expareja que lo estaban persiguiendo y no había nadie… Hay que proteger a la víctima, ¿y si en medio de las alucinaciones, en vez de a la comisaría, va a la casa de la víctima?”.

El letrado defensor respondió que lo que proponían desde fiscalía era “un castigo a un enfermo”, y propuso que le otorgaran la posibilidad de quince días en la casa materna y que luego decidieran.

Más allá de eso, cuando el juez comenzó a dar los fundamentos de su decisión, el padre del imputado interrumpió y pidió hablar.

El magistrado, quizá por un tema humanitario, considerando la posición del hombre, lo permitió.

Así, el padre del acusado explicó que, la noche en la que se planteó el inconveniente que derivó en la audiencia, llevó a su hijo a la comisaría para que presentara la denuncia porque lo había visto desesperado.

Comentó que él se había ausentado de la casa dos horas y, al regresar, Hugo Gatica le indicó que lo habían amenazado. “Si tiene que volver a mi domicilio, yo me hago cargo. Para que no vaya al penal”, dijo.

Finalmente, el juez determinó que el imputado continuara su prisión preventiva en una unidad penal, y no hizo lugar a una revocatoria que planteó el abogado defensor.

“Voy a hacer la impugnación de la decisión”, sostuvo Rodolfo Rodrigo.