Soher El Sukaria es diputada de la Nación y aspira a ser intendenta de Córdoba.

Nació en El Líbano el 16 de mayo de 1975. Al mes, ya estaba en la Argentina.

Se trata de la primera mujer musulmana en ocupar una banca en el Congreso.

El sábado participó del Foro de Legisladores PRO que se realizó en Bariloche, en el hotel Cacique Inacayal.

En un diálogo a solas, Soher El Sukario, desde su pertenencia a la fe islámica, opinó sobre la interculturalidad y la situación de los pueblos originarios en la Patagonia.

–A partir de su condición de musulmana, supongo que le debe dar gran importancia a la interculturalidad…

–Sí, mucha.

–En la Patagonia existe una problemática relacionada con diversas cuestiones que se vinculan con el pueblo mapuche, ¿cómo podría solucionarse el tema?

–Cada país tiene sus expresiones respecto a la interculturalidad, en base a la verdad y el respeto histórico. A partir de ahí es de donde hay que empezar a hablar. Por supuesto que si existen cosas de la historia irresueltas hay que sentarse, hablarlas y llegar a una solución, pero no pueden ser problemas eternos. Argentina pagó costos altos por no lograr ponerse de acuerdo, por no dialogar… Hace más de treinta años que estamos consolidando un sistema democrático. Entonces, sobre la mesa y la verdad, todo; fuera de la mesa, con amenazas, creo que no es la manera, porque así nunca se llega a una solución que conforme a todas las partes.

–Desde Córdoba, ¿cómo ven la temática mapuche, que, en principio, les sería ajena?

–Como una cuestión que está sobredimensionada y de la que no se habla con claridad. Pareciera que cada una de las partes cuenta la historia a medias y no termina de verse la punta del ovillo. Por eso es necesario sentarse a conversar, poner la verdad sobre la mesa y resolver el tema de una vez. Porque ¿quién no quiere que todos vivan cómodamente? Desde el chico que hoy elige Ezeiza como futuro hasta un emprendedor, el mapuche o quien gobierna. Todos deberíamos aspirar a una convivencia pacífica.

–En lo que hace a los musulmanes, en el día a día, ¿cómo siente que es la mirada sobre ustedes? ¿Nota que existen prejuicios?

–Sí. El prejuicio viene del desconocimiento. Hace poco vivimos el Mundial de Fútbol en un país islámico, y muchos tabúes se fueron bajando gracias a los mismos periodistas que concurrieron a cubrirlo y, a la vez, visitaron diferentes lugares, como bibliotecas, mezquitas, mercados o shoppings, y vieron que muchos mitos, empujados por la quizá malintencionada prensa que hay sobre los musulmanes, no tienen nada que ver con las vivencias y costumbres de la gente. Una parte es responsabilidad nuestra, en cuanto a darnos a conocer más, y otra tiene que ver con la desinformación. Igualmente, hoy es mucho más fácil poder acceder a un viaje o, desde Internet, averiguar para poder sacar tus propias conclusiones.

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