Silvana Capello y su marido, Mariano Fernández, sacan día a día fuerzas de donde pueden, para seguir adelante con el reclamo de justicia por su hija Agustina, asesinada en Cipolletti en julio de 2022, y por su hija menor, a quien deben acompañar también en el duelo por la trágica muerte de su hermana.

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Sin dudas que la búsqueda de justicia es el motor que alimenta a esa familia atravesada por la tragedia, que desde las primeras horas posteriores al ataque que sufrió su hija mayor, el 2 de julio de 2022 (que le provocó la muerte 3 días después), pedía que se investigue a Pablo Parra, el supuesto amigo de la víctima.

El 23 de diciembre del año pasado la justicia ordenó la detención de Parra quien está con prisión preventiva, -en principio por seis meses-, acusado del "homicidio agravado por alevosía y femicidio".

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En medio de este proceso Mariano y Silvana recorren con frecuencia los kilómetros que separan a la provincia de La Pampa, de Cipolletti, ciudad a la cual su hija llegó a principios del año pasado a estudiar Medicina.

Este jueves, en diálogo con Radio LVO La Voz de Oro 88.7 habló Silvana y dijo que "Él (Parra) era una de las líneas investigativas, es el único testigo y el único que describe la escena. Además, nunca se supo que cosas le faltaron tampoco". 

La mujer agregó que "se perdió el tiempo con la búsqueda del hombre del identikit. Al tener los resultados de las pruebas se pide la detención" si bien valoró el trabajo y la conformación de la brigada y el apoyo de la sociedad.

"Yo ya perdí todo, a mí me mataron a mi hija. Pero le prometí en el hospital a Agustina luchar por ella y pedir justicia. Ella se llevó la peor parte. Yo tengo otra hija y mi familia ha visto la peor parte de mí, pero saco fuerzas como las saqué el día del parto", enfatizó Silvana.