El Cordillerano dialogó con Teo Borzone, el barilochense que está próximo a inaugurar la Rueda de San Pablo, propiedad de la empresa Interparques Holding, y que presta allí servicios como director de proyectos y obras. Es el responsable por buscar nuevos negocios, sea ruedas gigantes, parques de diversiones y parques de nieve.

En ese sentido, fue consultado sobre qué posibilidad hay de instalar en Bariloche, una de esas ruedas gigantes que eligen millones de viajeros en destinos turísticos del mundo.

“Hoy por hoy hay muchas ruedas en el mundo entero, especialmente en China. Bariloche tiene una característica turística y natural que complica la posibilidad de hacer una rueda de gran porte. Buena parte del año, Bariloche tiene un flujo importante de turistas, y un emprendimiento de este porte no sobrevive sin flujo el año entero”, respondió.

Respecto a las características del terreno, aclaró que “antes de cualquier intensión de proyecto, hacemos un estudio geológico para ver las condiciones del suelo. Dependiendo de las condiciones, adecuamos a la estructura para poder viabilizar la construcción”.

“Por ejemplo, en San Pablo el terreno es muy inestable, y para aguantar las 700 toneladas de la rueda gigante, se hicieron cuatro bloques de fundación de 500.000 kilos de concreto cada uno, con un tamaño de 7 por 7 metros y 4 metros de altura, y cada bloque lleva 12 estacas de 18 metros de profundidad y casi un metro de diámetro.  O sea, hablamos de estructuras gigantes”, agregó.

Además, consideró que las condiciones naturales y climáticas pueden jugar en contra. “Con los vientos barilochenses, harían que la rueda tenga que mantenerse cerrada muchos días por año”, sostuvo Borzone, quien hace poco tiempo estudió la posibilidad de erigir una rueda en Puerto Madero, pero al respecto indicó que “los números no cierran”.

En tal sentido, dijo que realizar una inversión extranjera en dólares en una economía volátil como la Argentina, es complicado.

Consultado sobre cuál es el valor de estas obras, Borzone contestó que “depende mucho del tipo de rueda, la altura y los complementos alrededor. La rueda de Balneario Camboriú, tuvo una inversión de 8 millones de dólares (66 metros de altura) y la de San Pablo que está por inaugurarse, contempló una inversión de 15 millones de dólares”.