Los jueces Bernardo Campana, Gregor Joos y Marcos Burgos debieron suspender la realización de una audiencia de unificación de penas que estaba prevista esta mañana, en torno a los legajos judiciales que tienen a Lucas Bonnefoi como implicado, porque en la audiencia no había defensor.

Según explicó el juez Campana, quien había representado legalmente a Bonnefoi en los legajos cuyas condenas se pretende unificar, había sido el defensor particular Jorge Pschunder. Sin embargo, Pschunder no se conectó a la audiencia fijada a través de la plataforma Zoom, ni tampoco respondió los llamados de parte de la Oficina Judicial. Añadió el magistrado que tampoco acudió a la cita algún otro defensor.

Cuando le consultaron a Bonnefoi sobre su deseo de sostener a Pschunder en la defensa o aceptar la designación de un defensor oficial, contestó que intentaría hablar con Pschunder, para saber si aceptaba seguir defendiéndolo, en esta instancia en la que, una vez definida la condena única que deberá cumplir, comience a ejecutarse efectivamente la pena.

El defensor Pschunder había explicado en otra ocasión que la Corte Suprema de Justicia de la Nación exigía el pago de un arancel para ingresar un Recurso Extraordinario Federal y que por tratarse de un defensor particular no otorgaba el beneficio de litigar sin gastos. De manera que de común acuerdo con Bonnefoi, había tomado la decisión de apartarse de la defensa, para que asuma un defensor oficial y así poder tramitar el beneficio que le exima del pago de los aranceles para llevar la sentencia de condena a la última instancia de revisión posible, justamente ante el máximo tribunal de la Nación.

De esta manera y con la anuencia de las partes, el juez Campana decretó la reprogramación de la audiencia en cuestión, con la salvedad de que en caso de que Bonnefoi no logre ponerse de acuerdo con el defensor particular Pschunder, para que lo represente, le asignarán al defensor oficial en turno.

Lucas Bonnefoi había sido condenado el 25 de junio de 2021 a la pena de dos años de prisión, por un hecho en el que junto a sus hermanos Fabio y Christian, portando armas, atacaron una vivienda, a los ocupantes y a la policía que arribó al lugar del hecho. 

Para ese entonces, Lucas ya contaba con una condena previa de un año y seis meses de prisión y tras el juicio, la fiscala Silvia Paolini había pedido una condena de cuatro años, contemplando una escala penal que iba de seis meses a seis años de prisión. Le dieron dos.

Los otros protagonistas del caso también la sacaron barata. Christian ya tenía una condena de seis meses de prisión y Fabio ya registraba un largo historial delictivo, para ambos la la escala penal aplicable iba de un año a ocho años y cuatro meses de prisión. La fiscalía había pedido cinco y siete años, respectivamente. Pero al igual que en el caso de lucas, los jueces le dieron la mitad: dos años y seis meses a Christian y tres años y seis meses a Fabio.

Los montos de pena impuestos impidieron a la fiscalía impugnar la sentencia, pues solo puede objetar aquellas sentencias que impongan una pena menor de la mitad que haya requerido durante el juicio. En cambio, la defensa, intentó las distintas instancias recursivas que prevé la norma, sin haber logrado modificar la sentencia de condena.

Fabio y Christian habían sido declarados culpables de amenazas agravadas por el uso de arma, daño, lesiones leves y violación de domicilio en grado de tentativa. Lucas fue condenado por atentado a la autoridad agravado, daño agravado y lesiones leves agravadas. Todo por ser un ataque ante bienes policiales y uniformados. El único delito que englobó a los tres hermanos fue el de violación a las medidas sanitarias para evitar la propagación de la pandemia.

Los hechos investigados ocurrieron una noche de junio del año 2020, cuando los tres se presentaron a bordo de un automóvil Chevrolet Ónix en el domicilio de Patricio Asenjo Tobar, cerca de la intersección de las calles Beschtedt y Mange.

Allí realizaron diversas acciones violentas y hostiles destinadas a lograr ingresar a la vivienda. Introdujeron sus brazos por una ventana, forzaron y golpearon la puerta y finalmente lograron ingresar y golpearon a Asenjo Tobar, a quien lesionaron.

Después, ante la presencia policial, se escaparon hacia una vivienda cercana, descendieron del automóvil y junto a otras personas aún no identificadas, comenzaron a arrojar elementos contundentes a los empleados policiales y los móviles en que se desplazaban, resistiendo la detención.

Como saldo de los episodios, los acusados provocaron lesiones en los empleados policiales: Roxana Tamara Navarro Delgado (diversos traumatismos con pérdida de conciencia), Cristian Gonzalo Peña (hematomas) y Mirta Patricia Huenuan (hematomas y excoriaciones). Además, dañaron el parabrisas y un vidrio lateral del móvil policial.