La sustracción de motos sigue siendo un flagelo preocupante en todo el país y son frecuentes las denuncias sobre estos hechos.

Las medidas de seguridad de estos vehículos, son mínimas. Algunos modelos tienen alarma aunque el trabavolante es la herramienta alternativa a la que todos acuden, pero que tampoco garantiza seguridad absoluta.

En la provincia de Río Negro las denuncias sobre hurtos o robos de estos vehículos, son frecuentes. “Con un movimiento, pueden eliminar el trabavolante. Luego escapan con la moto a la rastra y la ponen en marcha cuando ya se alejaron” dijeron usuarios de estos vehículos.

Esta semana en Bariloche dos compañeros de trabajo denunciaron que ladrones les sustrajeron sus motos, que estaban estacionadas en el mismo playón.

La información, que trascendió en las redes sociales, indica que los autores se llevaron dos motos Honda 150 CC que estaban estacionadas en el playón de estacionamiento de una empresa, en calle Salta al 200.

Los dos vehículos contaban con trabavolante aunque los autores se las ingeniaron para violentarlas y huir con los rodados.

El fin de semana pasado, por su parte, una pareja fue detenida cuando trasladaban “a tiro” una moto Zanella, también de baja cilindrada.

Operadores del Centro de Monitoreo del municipio divisaron a dos jóvenes cuando trasladaban el vehículo y dieron aviso a la Policía de Río Negro.

Uniformados de la comisaría 28 individualizaron a los sospechosos en calle Sobral, cerca de Ruiz Moreno, y lo primero que hicieron fue verificar la información del vehículo: era robado.

De acuerdo a los registros policiales, el vehículo tenía un pedido de secuestro del 2 de septiembre, el cuadro tenía un número mientras que el motor pertenecía a otro vehículo (marca Motomel).

Las dos personas que estaban con el vehículo fueron imputadas en una causa por presunto encubrimiento.

Estos episodios forman parte de los episodios cotidianos que afectan a vehículos de similares características y cuyas denuncias parecen no tener fin.