En el día de hoy, el fiscal de Instrucción Raúl Garzón imputó al exministro de Salud de Córdoba, Diego Cardozo, por “omisión de deberes de funcionario público”. Es en relación a la causa que investiga la muerte de bebés nacidos sanos en el Hospital Materno Neonatal Ramón Carrillo.

Se cree que, pese a saber lo que sucedía con los bebés, el exfuncionario no lo denunció a tiempo. También se imputó por los mismos cargos al exvicedirector de Gestión Hospitalaria del Neonatal, Alejandro Escudero Salama.

Cardozo había renunciado a su cargo el 25 de agosto, luego de los cuestionamientos recibidos por no haber denunciado ante la Justicia la muerte de los menores, ocurridas entre marzo y junio de este año. Él habría tenido conocimiento de lo ocurrido meses antes de que se hiciera público.

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Asimismo, en ese momento fueron apartados de sus cargos otros funcionarios del área que habrían estado al tanto de la información. Se trata del secretario de Salud, Pablo Carvajal; el director de Hospitales Capital, Esteban Ruffin; y la directora de Maternidad e Infancia, Marcela Yánover.

Las acusaciones se suman a la imputación de tres exdirectivos: Liliana Asís, exdirectora del Neonatal; Martha Gómez Flores, exjefa del área de neonatología; y la médica Adriana Moralez. Por otra parte, la principal acusada es la enfermera Brenda Agüero, detenida como sospechosa de inocular intencionalmente sustancias tóxicas a los recién nacidos.