Las autoridades judiciales locales trabajan en el peritaje de un teléfono celular que fue secuestrado en las últimas horas, para intentar determinar si es el dispositivo que se utilizó para realizar un llamado anónimo que alertó sobre la presencia de un artefacto explosivo en los tribunales, cuando días atrás se desarrollaba una audiencia contra la comunidad Buenuleo.

Según trascendió, la investigación fiscal logró identificar el número telefónico desde donde se comunicaron al edificio de Tribunales, advirtiendo sobre la presencia de una bomba en el edificio Pilmayquen.

La oficina de Investigación en Telecomunicaciones (OITEL), a cargo del ingeniero David Baffoni, se encuentra a cargo del peritaje ordenado por el Ministerio Público Fiscal.

De acuerdo a la información que confirmaron fuentes judiciales, una vez ocurrida la amenaza de bomba se inició una investigación y a través de diversas pesquisas se pudo confirmar un número telefónico, que posteriormente, llevó hacia el titular de la línea y a su domicilio.

Si las autoridades logran confirmar que desde ese aparato se realizó la llamada de advertencia, la persona responsable podría ser acusada por el delito de intimidación pública.