OCURRIÓ EN SENDERO AL LAGO ESCONDIDO

| 13/09/2022

Realizaron una reconstrucción virtual del femicidio de Eduarda Santos

Realizaron una reconstrucción virtual del femicidio de Eduarda Santos

La reconstrucción virtual del crimen en 3D, a partir del cruzamiento de datos objetivos recabados en el expediente, permitirá analizar cómo ocurrió el atroz crimen de la joven brasilera en febrero pasado. Fernando Alves Ferreira, también brasilero, está acusado por femicidio y probablemente sea enjuiciado por un jurado popular, más allá de que al ser acusado había admitido el hecho.

La pericia, a cargo de Ariel Tonón, implica una reconstrucción virtual del hecho, en tres dimensiones y la recreación de toda la dinámica, partir de una serie de datos objetivos que fueron aportados a la investigación. Con la utilización de un escáner se barrió la superficie de la escena del crimen, por lo que eventualmente el jurado podrá apreciar el trabajo.

Alves Ferreira fue imputado apenas horas después del hecho ante un juez de Garantías y pese a los esfuerzos de su defensa, el hombre se despachó en una declaración indagatoria espontánea, admitiendo el crimen y hasta dando algunas explicaciones sobre lo ocurrido. Con absoluta frialdad apuntó a la seguridad de sus hijos y finalmente se mostró dispuesto a aceptar una condena de prisión perpetua.

La investigación formal de lo ocurrido tendrá su cierre en las próximas semanas, cuando las partes presenten el pedido de Control de Acusación, para definir el destino final del legajo: el juicio por jurados se impone por ahora entre las opciones posibles.

De acuerdo a la teoría acusatoria, el hecho se produjo en la madrugada del 16 de febrero pasado, cuando Alves Ferreira trasladó en su Chevrolet Joy a Eduarda Santas, desde la vivienda que compartían a la altura del kilómetro 25 de la Avenida Bustillo hasta el ingreso al sendero de lago Escondido, en el Circuito Chico de la ciudad.

En ese lugar, ambos descendieron del rodado y el acusado le efectuó varios disparos, de los que al menos seis impactaron en el cuerpo de la víctima, que murió en el lugar como causa de las lesiones sufridas.

En las horas que siguieron las autoridades dieron con el cadáver, con el acusado y con el arma utilizada y todo fue objeto de una minuciosa investigación.

Alves Ferreira era viudo y conocía a Eduarda porque junto al hombre que fue su pareja, habían subrogado el vientre de la joven para convertirse en padres de dos mellizos. La víctima vivía en la casa que Alves Ferreira alquilaba, junto a un bebé de reciente nacimiento.

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