El fiscal Tomás Soto presentó hoy una ampliación de la acusación que semanas atrás había planteado contra Norberto Marcelo Gutiérrez, e incorporó la participación en algunos hechos de Diego Cid, Ezequiel Cid y Claudio Seguel, como integrantes de una organización criminal que provocó estafas por varios millones de pesos. Los hechos investigados no registran antecedentes en la ciudad y el saldo es varias veces millonario. La investigación no tiene fisuras y a partir de las pruebas colectadas, la participación de los involucrados en los hechos es indiscutible, aún, en la instancia preliminar en que se encuentra el caso.

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Gutiérrez, ya había sido acusado por varios hechos y permanece alojado en el Penal 3 de la ciudad con prisión preventiva. Era asistido por los defensores oficiales Nelson Vigueras y la adjunta Mónica Goye, pero designó al defensor particular Jorge Pschunder. En el día de hoy el fiscal le atribuyó varios hechos nuevos a Gutiérrez y amplió la acusación hacia las personas de Raúl Ezequiel Cid (Ver Uno de los miembros...), Claudio Daniel Seguel. El juez de Garantías Sergio Pichetto, admitió los cargos, habilitó la investigación formal hasta el 4 de diciembre y aplicó las medidas cautelares de prohibición de acercamiento respecto de Seguel y Cid a cada una de las víctimas, teniendo en cuenta que sobre Gutiérrez pesa una prisión preventiva desde el momento en que fue inicialmente acusado. Distinta fue la situación de Diego Cid, que fue formalizado más tarde y terminó con prisión preventiva por el mismo plazo de la investigación.

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Se trata de una investigación ciertamente llamativa y sin precedentes en la ciudad. Una verdadera organización criminal que obtuvo jugosas ganancias a partir de una lista interminable de estafas y engaños que perpetraron valiéndose de sellos robados, firmas copiadas, documentación oficial adulterada y otros elementos, con los que indujeron al error a las víctimas.

Una pata clave de la investigación resultan las escuchas telefónicas que acreditan la participación en los hechos de todos los protagonistas, pero hay más. Porque en diversos allanamientos recuperaron gran parte de la documentación que se utilizó para engañar a las víctimas y además, varios automóviles que éstos entregaron en parte de pago de las propiedades que pensaban adquirir.

Pero además, está acreditado que en varias de las ocasiones en las que los involucrados se reunían con las víctimas, se desplazaban en los automóviles que anteriormente habían recibido en parte de pago de las víctimas anteriores.

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Cada uno de los hechos

El fiscal discriminó los hechos e identificó una serie de ellos relacionados a la venta de terrenos, atribuyendo el denominado primero a Gutiérrez y a Seguel. Según la acusación, ambos engañaron a una mujer con una puesta en escena que culminó con un perjuicio patrimonial. En concreto le ofrecieron a la venta un terreno ubicado en el barrio Entre Cerros con la promesa de que podría escriturarlo a su nombre, y acordaron como pago la suma de cuatro millones de pesos. Todo ocurrió en enero del 2021. Pero cuando la mujer tomó posesión del predio y se dispuso a efectuar tareas de desmalezamiento y limpieza del terreno, se enteró que el terreno pertenecía a otra persona.

Al intentar reclamarles a ambos la devolución del dinero, tanto Gutiérrez como Seguel le contestaron con evasivas, e incluso Seguel le ofreció otro terreno de similares características. En conclusión, a ambos les atribuyeron el delito de estafa en calidad de coautores.

El segundo hecho involucra a Gutiérrez y Diego Cid. Según la acusación, en agosto de 2021 perpetraron un engaño que derivó en un perjuicio patrimonial para las víctimas. Concretamente ofrecieron a la venta un terreno ubicado a la altura del kilómetro 23,700 de Avenida Bustillo y acordaron un valor de 25 mil dólares estadounidenses y entregaron una escritura falsa.

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La víctima advirtió varios meses después el engaño y al intentar reclamar fue bloqueado por todos los medios por parte de los acusados. En consecuencia, Cid y Gutiérrez fueron imputados como coautores del delito de estafa, aunque hubo otras personas que también indujeron a la víctima al error.

El tercero de los hechos tiene como acusados a Diego Cid, Raúl Ezequiel Cid y Norberto Gutiérrez, y encuadra en la figura de estelionato y se explica en la actitud de vender varias veces el mismo lote, sobre el cual, además, no tenían derechos -situación que conocían- y que pertenece a Lagos del Sur SRL.

Estos hechos ocurrieron en el periodo comprendido entre el 31 de enero de 2019 y el 17 de marzo de 2022. En la acusación consta que a través de una puesta en escena le vendieron un terreno a un hombre en enero de 2019, por el equivalente a quinientos mil pesos -que se concretó con la entrega de dos vehículos automotores- y unos quince mil dólares. Le cobraron tres mil dólares más para la gestión de escrituración y finalmente la víctima fue desalojada del predio ante el reclamo del verdadero propietario, la firma Los Lagos de Bariloche SRL, pues a su vez había vendido el terreno a un tercero. Consta en la acusación que cuando el comprador se presentó a tomar posesión del lote, fue amenazado de muerte por parte de Diego y Ezequiel Cid.

Aún con toda esa secuencia, el 18 de marzo de 2022, Gutiérrez suscribió un boleto de compraventa por tres millones de pesos y engañó a una mujer.

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Como derivación del último hecho relatado, Diego y Ezequiel Cid fueron acusados por amenazas reiteradas. Según describió el fiscal Soto, Ezequiel Cid se comunicó telefónicamente con el propietario del terreno y le dijo “Si te vuelvo a ver en el terreno te voy a sacar a balazos hijo de puta". En otra ocasión, cuando el comprador estaba en la propiedad, arribó Cid con otro sujeto no identificado y tras preguntarle a quién le había comprado el lote, le dijo que “nunca iban a tener paz, que él se iba a encargar de que no tuvieran paz y que incluso iba a pagar para que no tuvieran paz. Asimismo, les dijo "mierda que construyas, mierda que te rompo", para luego señalar “porteño del orto, por qué no te volvés a Lomas de Zamora... sino quedate quietito en el Jamaica", dándole a entender que sabe claramente dónde vive y cerró la intimidación diciéndole: “Decile a todo el mundo que yo soy el 'Jabalí', todo el mundo me conoce".

Finalmente, y ante la falta de reacción de la víctima, el acusado agarró una madera con clavos que había en el lugar y se la arrojó con fuerza al denunciante, pero impactó sobre la humanidad de la novia de este.

Por su parte, Diego Cid llamó por teléfono al denunciante y le dijo: “Te estoy esperando para cagarte a balazos, pero no vengas con tu novia, así te cago a balazos a vos solito, ¿me escuchaste porteño del orto?”. Cuando el denunciante preguntó quién era, el interlocutor respondió “Diego Cid, anótalo, Diego Cid”.

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A Norberto Gutiérrez le atribuyeron otro hecho que ocurrió entre diciembre de 2021 y febrero de 2022, cuando montó una escena y ocasionó un perjuicio patrimonial para el damnificado, al venderle lotes que no le pertenecían.

La mecánica, similar a las anteriores, incluyó la oferta de cuatro lotes ubicados en el barrio Reina Mora y acordó un pago de 18.500 dólares. El hecho fue encuadrado en la figura de estelionato.

A Ezequiel Cid y Norberto Gutiérrez les atribuyeron otro hecho ocurrido en mayo de 2021, cuando nuevamente indujeron al error a los interesados y por la venta de un terreno en el barrio El Frutillar, les ocasionaron un perjuicio patrimonial.

La dinámica fue idéntica a los hechos anteriores y la transacción se celebró por un total de 15 mil dólares y encuadró de nuevo como estafa en la modalidad de estelionato, siendo en la acusación Gutiérrez y Cid considerados autores.

Otro hecho fue atribuido a Gutiérrez bajo la figura de falsificación de instrumento público -dos hechos-, al encontrarse en su domicilio en el marco de un allanamiento dos escrituras que resultan ser apócrifas toda vez que fue falsificada la firma del escribano interviniente (Rodolfo Santander) y dichos actos jamás fueron pasados en su presencia.

Se trataba en un caso del terreno que se hizo mención párrafos más arriba y que pertenecía a la firma Los Lagos de Bariloche SRL y en segundo lugar de otro documento firmado por el intendente Gustavo Gennuso, en representación del municipio, mediante el cual le cedían los derechos sobre un lote.

Esos documentos fueron encontrados en un allanamiento que se practicó en el domicilio de Gutiérrez, dentro de una valija llena de escrituras, boletos de compraventa, planchetas e informes de dominio, catastrales y con titularidad de lotes. También había una hoja con firmas practicadas del mencionado escribano Santander.