El hecho ocurrió el sábado en un almuerzo que Alliance, la empresa propietaria de cuatro discotecas y de BEC, compartía luego de finalizar una capacitación de liderazgo. Una de las mujeres que brindaba el taller se ahogó con un bocado y gracias a la intervención de un empleado que había hecho el curso de RCP y reanimación el miércoles pasado, pudo salvarse. Se trata de Mariano Ibañez, subgerente de Roket.

Julieta Rimoldi, gerenta de Calidad y Seguridad y Salud Ocupacional de la empresa, en diálogo con El Cordillerano comentó lo sucedido. “Estos cursos de capacitación son obligatorios por ley pero no siempre se hacen o muchas veces simplemente se hace entrega de un tríptico para darlo por hecho”.

Agregó “entendemos que estamos en un lugar donde pasa mucha gente todo el tiempo y que los accidentes pueden ocurrir, que alguien sufra un infarto, una convulsión o lo que nos pasó el sábado”.

Generalmente las capacitaciones las hacen por medio del médico laboral de la empresa, “esta vez ya teníamos todo organizado y una semana antes le surgió un imprevisto por lo que no iba a poder estar presente”.

Fue por eso que Julieta pidió a Paula Bruna de Protección Civil si podían ir a capacitar al personal “porque eran 200 personas y no queríamos que arranque la temporada sin hacerlo”.

Fueron dos jornadas completas de capacitación donde vieron todas las temáticas de seguridad, salud y de buenas prácticas de manufactura. “El miércoles Paula y Vanina de Protección Civil habían dado las de primeros auxilios, fue algo muy claro y la gente que participó lo tenía muy fresco”.

Este sábado asesoras externas estaban dando una capacitación interna de Mandos Medios, un coaching de liderazgo. Eran aproximadamente 40 jefes de mandos medios, subgerentes o de barra, “cuando terminó a modo de cierre compartieron un almuerzo y una de las capacitadoras se atragantó”.

Continuó detallando lo sucedido, “una de sus colegas empezó a pedir ayuda y uno de nuestros subgerentes, que había participado del curso del miércoles pasado, empezó a aplicar la maniobra de Heimlich porque tenía obstrucción total de la vía aérea”.

Se vivieron momento de enorme tensión, “después de unos 15 o 20 segundos, logró que se reanimara expulsando el alimento, la verdad que nos quedamos todos muy duros y nos temblaban las piernas”.

Julieta trabaja en BEC hace 10 años. “Debemos haber dado no menos de 700 mil comidas, hemos tenido otro tipo de emergencias pero esta es la primera vez que pasa algo así”.

Es sabido que en una situación como esa, los tiempos son muy cortos para lograr salvar la vida. “Es poco probable que pueda llegar a tiempo una ambulancia antes de que la persona deje de respirar”.

Luego de lo sucedido, Julieta llamó a Paula Bruna para agradecerle. “Si ellas no hubieran refrescado toda esa información dos días antes quizás el desenlace hubiera sido distinto”.

Esto sirve también para que la comunidad tenga en cuenta que hacer uno de estos cursos es muy importante, y hay que estar atentos para registrar toda la información necesaria.