JUICIO POR MICAELA

| 24/06/2022

“Hay una franja horaria en la que no se sabe qué hicieron Angélica Paine y Patricio Vargas”

“Hay una franja horaria en la que no se sabe qué hicieron Angélica Paine y Patricio Vargas”
Patricio Vargas está como querellante en la causa.
Patricio Vargas está como querellante en la causa.

La afirmación corresponde a Sebastián Díaz, empleado policial y técnico en análisis criminal, quien horas después de la desaparición de Micaela Bravo, fue asignado a realizar un trabajo en el caso, analizando las declaraciones testimoniales reunidas hasta ese momento.

Díaz confió que no fue muy bien recibido en la Unidad 42 que llevaba el caso y lo adjudicó probablemente a un celo profesional. Aseguró que vio “poca preocupación” por el caso en la unidad policial, en relación a la desaparición de Micaela, y aseguró que había dos líneas de investigación: Patricio Vargas y Angélica Paine”.

Ante preguntas de la fiscalía, explicó que, sin recibir ningún tipo de ayuda, se puso a analizar los testimonios recogidos y trazó una línea de tiempo en la que pudo establecer que había una franja horaria en la que no se sabía qué había hecho y dónde estaba Angélica Paine. Consultado por la defensa, admitió que había modificado los documentos originales que exhibió en un Power Point ante el tribunal y aseguró que también existía un bache en relación a la línea de tiempo, en la que no se podía establecer qué hizo y dónde estuvo Patricio Vargas.

Aseguró que el informe fue entregado a las autoridades correspondientes, pero lo ignoraron, y aventuró que si lo hubiesen observado, tal vez profundizando la cuestión se podría haber arribado a la verdad rápidamente. Dijo que el informe elaborado lo encontró después archivado en la Unidad Regional Tercera y a partir de ahí se comunicó espontáneamente con la fiscalía para aportar el mismo.

Según su trabajo, elaborado en tres días, Angélica había mentido en su declaración. Pero, además, tenía una motivación previa para presuntamente cometer el crimen, además de una oportunidad, por el lugar en el que vive y el sitio donde fue vista por última vez Micaela.

Entre otros aspectos, anotó que Angélica Paine tenía como posible motivcación para el crimen, que era que tenía un hijo menor de edad y que Micaela era casada, que la relación se nutrió en un ambiente religioso y que la situación expuso a su familia. Entre los antecedentes anotó que Paine era violenta, aplicaba violencia sobre su familia y no aceptaba la relación, pero además que que no controlaba sus emociones.

En cuanto a Vargas, Díaz analizó que existía una amenaza previa del mismo a Carlos Colipi y que, según los testimonios colectados, Vargas le insistía a Micaela para retomar la relación matrimonial, la seguía y había sido denunciado por violencia de género. Además, según las mismas testimoniales, no mantenían una buena relación tras la separación y agendó que Patricio Vargas era remisero y conocía el ambiente delictivo de la zona. Además, expreso que era manipulador, posesivo y se exponía públicamente. En cuanto a la motivación anotó el despecho y la vergüenza. El perito aseveró que Patricio Vargas desplegaba movimientos de un “delincuente organizado” y aseguró que su conducta podía ser la de un hombre que ve amenazada su familia por el ingreso de un tercero.

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