Natalia Jalil, integrante del Gabinete de Criminalística de la Policía de Río Negro, tuvo algunas intervenciones en el caso mientras la investigación por la desaparición y crimen de Micaela Bravo no lograba avances significativos.

Así, por caso, participó de una reconstrucción que se hizo en el jardín Mundo Nuevo, en donde todos los testigos que dijeron haber visto a Micaela el día de su desaparición, brindaron sus apreciaciones en el lugar del hecho y quedaron registrados en audio y video ante las autoridades.

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Justamente la secuencia filmada en el establecimiento educativo del barrio 2 de Abril, fue exhibida ayer ante los jueces que integran el tribunal, pese a las objeciones que planteó el defensor oficial Marcos Ciciarello.

También intervino Jalil en un allanamiento que se hizo en el año 2018 en la vivienda de Angélica Paine, en donde tenían instrucciones precisas de recolectar armas blancas, nylon y otros elementos que se consideren importantes para la investigación. En su relato dio detalles de aquella jornada de trabajo.

Finalmente, también participó Jalil en una actuación a pedido del Ministerio Público Fiscal en la que se le asignó la misión de verificar una pericia realizada sobre rastros de calzado que se hallaron en un hotel abandonado en Villa Mascardi y cuya conclusión era que la huella correspondía al mismo calzado que Micaela Bravo tenía puesto el día que encontraron su cadáver.

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Al respecto, basándose en diversos aspectos técnicos, Jalil intentó refutar las conclusiones del informe mencionado, diciendo que la huella levantada en Mascardi era de tan mala calidad que no podía cotejarse de modo satisfactorio y concluir categóricamente que se trataba del calzado de Micaela.