Luego de conocerse este martes por la mañana la triste noticia sobre la muerte de Carlos Hidalgo, comenzaron a “llover” anécdotas sobre su vida. Una de las últimas aventuras fue cuando, el año pasado, viajó desde Bariloche hasta su Mar del Plata natal en moto. Además su amigo Walter Cortés se mostró muy triste por su partida.

En las últimas horas se conoció el fallecimiento de Carlos Hidalgo, reconocido periodista y locutor en San Carlos de Bariloche pero que había nacido en Mar del Plata. No fueron pocos los mensajes de afecto y condolencias que llegaron a la redacción de El Cordillerano.

En este contexto uno de sus amigos hizo llegar a este medio fotografías de cuando “El Flaco” Hidalgo viajó desde Bariloche hasta Mar del Plata para cumplir sus 70 años en su ciudad natal.

El viaje fue realizado durante la primera semana de marzo y la aventura comenzó con la compañía de un amigo, quien viajó con Hidalgo hasta Las Grutas, pero desde el balneario en adelante siguió en soledad por la Ruta 3. 

Asimismo uno de sus compañeros de ruta en estas travesías, Walter Cortés, charló con este medio y mostró su tristeza por su muerte.

“Éramos desconocidos pero nos hicimos amigos por la moto, nos pusimos a charlar un día sobre la libertad que te da y surgió una amistad”, destacó Cortés a este medio.

“Junto a Rubén Olivares hicimos un viaje chiquito a Esquel, la pasamos de primera y me pareció un tipo bárbaro, un gran compañero. Después de eso decidimos hacer un viaje más largo y nos fuimos a San Juan”, contó.

Sobre este viaje, Walter Cortés recordó una anécdota, ya que en ese viaje pasaron una situación bastante complicada por los vientos de casi 120 km/h que azotaban en la zona.

“Casi nos tuvimos que volver por el viento, no podíamos sostener las motos sobre el asfalto. En un momento llegamos a un lugar muy humilde en donde nos dieron alojamiento y comida, fue hasta donde pudimos llegar porque no pudimos avanzar más”, detalló.

“Por la mañana el viento no molestaba, pero tipo 11 de la mañana arrancaba. Ellos eran de charlar mucho y yo les decía que paren porque teníamos que seguir viaje”, recordó entre risas Cortés.

“A mí en un momento el viento me volteó, me tiró la moto a una huella de camiones, no pude hacer equilibrio y me caí, pero pudimos salir bien de ahí, llegamos a San Rafael y comimos un asado”, detalló.

“Carlos tenía una moto chiquita que andaba muy bien, una Yamaha 250, con eso se manejaba bien, lo poníamos adelante y él nos llevaba a nosotros. En cada lugar que parábamos él hacia una parte de su programa, le sacaba el jugo al viaje”.

Finalmente, Cortés recordó a Hidalgo como “un tipo muy pintoresco y equilibrado, conocí su parte humana y su forma de ser, un ser humano de buena leche, un señor, un tipo de bien, un gran compañero”.