El tribunal Oral en lo Criminal Federal de General Roca condenó a dos años de prisión en suspenso, con pautas de conducta, a un hombre que fue sorprendido con drogas en su poder y además por haberlas suministrado de forma gratuita a sus amistades.

Se trata de Rodrigo Leandro Navarro Pereyra, un sujeto de 35 años de edad, que fue acusado por el fiscal general Rafael Vehils Ruiz en orden a los delitos de tenencia de estupefacientes y suministro gratuito de estupefacientes para uso personal en carácter de autor, en el marco de un proceso en el que el sujeto fue defendido por el abogado particular Jorge Pschunder.

La imputación que cayó sobre el acusado indica que el 14 de febrero de 2020, alrededor de las 21 horas, suministró 0.17 gramos de cocaína a otra persona a cambio de la suma de mil pesos, en el interior de un local comercial ubicado en calle Onelli al 1400. Además, tenía en su poder otros dos envoltorios de la misma sustancia, con un peso de 0.19 y 0.16 gramos.

Además, en su domicilio de Onelli al 2500 hallaron 38.9 gramos de marihuana y 31.6 gramos de cocaína, junto a dos balanzas de precisión, diversos elementos destinados al cultivo de marihuana y la suma de 66.235 pesos.

La fiscalía relató que a partir de una investigación desplegada por la Delegación San Carlos de Bariloche de la Policía Federal Argentina, se dio cuenta de la situación sospechosa en la que se vio involucrado Navarro Pereyra y desembocó en la requisa personal y secuestro del material estupefaciente, materia de atribución e imputación penal.

De acuerdo a las tareas de investigación desplegadas, se documentó el ingreso y egreso de personas no identificadas, desplegando conductas solapadas en términos de intercambio de elementos como resultantes de sumas de dinero e indiciarios objetos relacionados con estupefacientes.

En el marco del juicio el fiscal descartó la finalidad de comercialización de estupefacientes que inicialmente se le atribuía a Navarro Pereyra, y la aplicación del suministro oneroso a terceros y acusó por la tenencia simple de estupefacientes y el suministro gratuito para consumo personal.

En definitiva, el tribunal le impuso la pena de dos años de prisión en suspenso, más la aplicación de una multa de 225 pesos y una serie de pautas de conducta de rigor.