En el marco de un acuerdo pleno de juicio abreviado, confesó el homicidio de su propio hermano y resultó condenado a la pena de ocho años de prisión. Había ocurrido en el marco de una velada en la que abundó la ingesta alcohólica.

Sebastián Aguilera (24) ya había admitido el hecho al momento de ser formalizado de los cargos hace algunas semanas. Ahora, admitió el caso frente a un juez de Juicio y aceptó una condena de ocho años de prisión, el mínimo para el delito de homicidio simple.

El hecho investigado ocurrió el pasado 9 de mayo entre la 1 y las 3 de la madrugada, en Jacobacci, en un predio del Ferrocarril ubicado sobre la calle Belisario Roldán, sin número, cuando Sebastián y su hermano Adrián compartían bebidas alcohólicas y protagonizaron una fuerte discusión.

El tono se elevó de manera explosiva y ello derivó en una agresión mutua en la que el acusado asestó varias puñaladas a su hermano, lo que generó su deceso a partir de dos lesiones puntuales que provocaron heridas de gravedad y una profusa hemorragia.

Semanas atrás, cuando se formularon cargos, el fiscal Gerardo Miranda anticipó que el caso estaba absolutamente avanzado, aunque requirió el plazo de cuatro meses de investigación para aguardar el resultado de diversas pericias genéticas ordenadas en el expediente.

No obstante, el acusado admitió el hecho y en el marco de un juicio abreviado resultó condenado a la pena de ocho años de prisión.