CASO MICAELA BRAVO

| 13/06/2022

Giros en círculos con dos sospechosos

Giros en círculos con dos sospechosos
Foto: Matías Garay.
Foto: Matías Garay.

Este lunes se reanudó el desarrollo del juicio oral y público contra Angélica Paine, acusada de haber asesinado a Micaela Bravo en marzo de 2016. Continuó la recepción de testimonios policiales que aportaron diversos detalles de los primeros días de la investigación.

Federico Valenzuela Campos fue quien aportó mayores datos durante la jornada de hoy, a partir de haber estado a cargo de la investigación que inicialmente se desplegó en la Unidad 42 y posteriormente en la Unidad 28.

El testigo, empleado policial suspendido a partir de su participación en el caso del oficial Lucas Muñoz -en el que fue condenado-, tuvo a su cargo la producción de diversas declaraciones testimoniales y otros materiales probatorios producidos en la causa de Micaela Bravo durante las primeras semanas de la desaparición y relató durante largos minutos ante los jueces Marcos Burgos, Sergio Pichetto y Víctor Gangarrossa.

Relató el testigo, que le impusieron la investigación del caso por recomendación del comisario Manuel Poblete y que trabajó los primeros días con los fiscales Martín Govetto y César Lanfranchi, bajo la supervisión de Rodolfo Aballay y luego con el fiscal Eduardo Fernández, abocándose básicamente a los allanamientos y declaraciones testimoniales.

Relató que los primeros elementos que aparecían en las testimoniales aludían a las amenazas que había proferido Paine "y empezamos por ahí, porque había sido la última que la había visto o contactado”. Sobre el punto profundizó diciendo que “Colipi dijo que su mamá era violenta, le tenía miedo y que ella lo había amenazado con matarlos a los dos si lo que se decía en la calle sobre la relación que habían empezado era verdad”.

En ese sentido, relató que entre todas las declaraciones testimoniales recabadas había contradicciones: “Había personas que decían que Micaela después volvió al jardín, había otras que decían que en las inmediaciones andaba un auto que podría ser el de Patricio Vargas, vínculos con narcotráfico, había testimonios de violencia de Vargas hacia ella, los testimonios nos llevaban para el lado de Vargas también”, explicó y siguió; “todo giraba en círculos, testimonios decían una cosa, otros los contradecían. Había sospechas hacia Paine y hacia Vargas porque ellos decidían hacer rastrillajes aparte, aparecían con cosas plantadas”.

Además, explicó que “una de las hermanas de Micaela declaró que no confiaba en Vargas, que había antecedentes de violencia y que Vargas le decía que no hable con la policía, pasaba lo mismo con la mamá de Micaela”.

También explicó Valenzuela que Vargas y el equipo que comandaba “encontraron una huella en Villa Mascardi” y añadió “ellos iban para otro lado, montaron un equipo de investigación paralelo. Él tenía más líneas de teléfono, uno fue secuestrado, otro intervenido”.

Valenzuela refirió que tenía la sensación de que si profundizaban la investigación respecto a Paine les “iba a dar frutos”, pero como “Vargas se involucraba demasiado, Aballay y Fernández decidieron ir por Vargas porque sobre Paine no aparecía nada”. Cuando se le pidió que precise su sospecha, recordó que cuando entrevistó a la mujer ella contestaba “con total tranquilidad”, pero “cuando le ponía en la mesa lo de la relación de su hijo y Micaela, se ponía furiosa y decía 'mi hijo me traicionó, me clavó un puñal'. Fernández también la indagó y no le pareció lo mismo que a mí”.

Valenzuela detalló que “la familia de Micaela nos decía que Vargas les indicó que no hablaran con la policía, que él iba a centralizar todo. Después no pudimos tener más contacto con ellos, con ninguno, después del hallazgo nunca más. Y ahí apareció otra vez Vargas con un gran interés en presentarse como querellante”.

 

¿Que opinión tenés sobre esta nota?


Me gusta 0%
No me gusta 0%
Me da tristeza 0%
Me da alegría 0%
Me da bronca 0%
Te puede interesar
Ultimas noticias