HARÁN RECONSTRUCCIÓN VIRTUAL DEL HECHO

| 10/06/2022

Extendieron por otros cuatro meses la investigación por el femicidio de Eduarda Santos

Extendieron por otros cuatro meses la investigación por el femicidio de Eduarda Santos
Fotos: Matías Garay
Fotos: Matías Garay

El juez de Garantías Sergio Pichetto autorizó la extensión del plazo de la etapa penal preparatoria en el caso que se sigue contra Fernando Alves Ferreira, imputado y detenido por el crimen de Eduarda Santos de Almeida.

La petición fue realizada por el fiscal Gerardo Miranda y acompañada por la defensa del acusado. 

No obstante lo anterior, las partes refirieron su compromiso de levantar la prórroga y pedir la elevación a juicio en una audiencia de control de acusación, si las pericias están listas antes del plazo solicitado. 

Según adelantó el fiscal Gerardo Miranda, el caso seguirá el desarrollo de un juicio por jurados populares, por lo que no quiere dejar ningún cabo suelto. En función de ello ha requerido la realización de una serie de pericias científicas que requieren el aporte de profesionales, equipamiento especial y la visita a la escena del crimen en condiciones climáticas adecuadas.

Miranda describió que se trata de una reconstrucción del hecho encuadrado en la figura de homicidio agravado por femicidio y por su comisión con alevosía. 

Al respecto Miranda detalló que la reconstrucción 3D estará a cargo del arquitecto Gabriel Tonon y pretende establecer con precisión la secuencia fáctica del hecho y determinar exactamente la posición del tirador y de la víctima durante el trágico desenlace.

Además resta la realización de un examen microscópico sobre la ropa de la víctima. La pericia será realizada por Martin Arce, en un laboratorio de microscopia de General Roca.

El fiscal fundó el pedido de prórroga de la prisión domiciliaria que pesa sobre el imputado ya que el peligro de fuga se incrementó. Según acreditó, Alves Ferreira ya no tiene vivienda alquilada, no tiene trabajo ni familia en la ciudad y según surgió del análisisde su teléfono celular, secuestrado en la causa, tenía previsto regresar a Brasil el 20 de febrero –dos días después de haber sido imputado en el caso–.

Además, detalló que persiste el peligro de que el acusado intente entorpecer el desarrollo de la investigación.

El defensor particular Mauro Lezcano no se opuso a los planteos fiscales y aseguró que la defensa continúa recabando pruebas para sostener su teoría del caso en el juicio oral.

De acuerdo a la hipótesis delictiva que investiga el fiscal Miranda, el hecho ocurrió entre la medianoche del martes 15 y las nueve de la mañana del miércoles 16 del mes de febrero pasado, en un horario todavía no precisado, luego de que víctima y victimario se dirigieran en un Chevrolet Joy gris oscuro dominio AD025HX, propiedad del acusado, hasta el acceso al mirador del lago Escondido, sobre la ruta provincial 77, tradicionalmente conocida como Circuito Chico.

Según la acusación, alrededor de la medianoche, Alves Ferreira se dirigió en su Chevrolet Joy color gris oscuro al sitio mencionado, en compañía de Eduarda Santos de Almeida, con quien convivía en un domicilio de la calle Beethoven al 200, a la altura del kilómetro 25 de la avenida Bustillo.

Al llegar al lugar indicado, Fernando Alves Ferreira estacionó su vehículo en el acceso al sendero que conduce al mirador y ambos se bajaron del rodado. Tras ello, el imputado empuñó un arma de fuego calibre .357, tomando todos los recaudos para que la víctima no pudiera defenderse y, actuando sobreseguro, le descerrajó al menos seis disparos que impactaron en su cuerpo.

Del informe de autopsia, que describe las lesiones sufridas por la víctima, puede inferirse que intentó protegerse utilizando sus manos mientras era apuntada con el arma e incluso que pudo haber intentado escapar de su agresor, dándole la espalda mientras aquel disparaba. Ello se explica a partir de un proyectil que ingresó en el antebrazo derecho de la mujer y provocó las fracturas de cúbito y radio o de aquel que ingresó por la espalda, atravesando la pared torácica y con orificio de salida a un costado de la mama derecha.

Pero, además, otros proyectiles ingresaron por el vientre y el pecho de la mujer y uno en el rostro, a la altura de la nariz, provocando una extensa serie de fracturas óseas por toda su anatomía y también lesiones orgánicas que derivaron en su deceso.

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