En el desarrollo del juicio ya se mencionó en varias ocasiones que entre los principales aportes de información que recibía el entorno de Micaela Bravo durante su desaparición, eran fundamentales los que hacía una vidente que se comunicaba con la familia y que permanentemente remitía hacia la zona de Villa Mascardi.

Fue así como en el abandonado hotel Mascardi hallaron una huella de calzado que posteriormente se confirmó que pertenecía a Micaela Bravo, aunque de momento ninguna de las partes profundizó sobre la cuestión durante las sucesivas audiencias que comenzaron el lunes.

La cuestión había estado presente el primer día de audiencias en la voz de Patricio Vargas, el primero de los testigos que relató ante los jueces Marcos Burgos, Sergio Pichetto y Víctor Gangarrossa.

En la ocasión Vargas había dicho que recibieron información que orientó la desesperada búsqueda de Micaela a Mascardi y cuando recorrieron el hotel abandonado del lugar, encontraron una serie de rastros que llamaron la atención.

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Luego el asunto volvió a la escena en algunas ocasiones hasta que el entonces comisario Manuel Poblete se presentó a declarar hoy. Poblete dijo que por su experiencia, todo le hizo pensar que se trató de una huella "plantada".

Se trataba de un rastro de calzado muy pequeño, que encontraron en la planta alta del edificio del hotel abandonado. El área fue resguardada, se convocó al entonces juez de Instrucción Ricardo Calcagno, la fiscal Betiana Cendón que en el momento era la secretaria del Juzgado. Además trabajó en el área la división de canes de la Policía de Río Negro y el Gabinete de Criminalística que levantó los rastros para su posterior cotejo.

Aunque la cuestión todavía no se mencionó en el juicio, fuentes ligadas al proceso aseguraron que científicamente se comprobó que el calzado que produjo esa huella, pertenecía a Micaela Bravo y que se trata del calzado que tenía el cadáver al momento de ser encontrado. Además, la misma pericia científica reveló que se trató de una prueba plantada, aunque ese testimonio aún no fue receptado en el juicio.

Poblete también relató que tras el avance de la investigación se dispuso la intervención telefónica de Patricio Vargas y una mujer y un hombre que siempre estaban en torno al exmarido de Micaela. Se estableció a partir de entonces que una mujer de apellido Flores y un hombre de apellido Chávez, discutían entre ellos y que se puso en evidencia que "el interés de esas dos personas era la de un recurso económico", dijo Poblete y además aseveró que estas dos personas, tenían dudas sobre la participación o no de Vargas en la desaparición de Micaela.

El sargento Colitripay es miembro de la brigada rural y participó de un rastrillaje en el que le asignaron registrar toda el área circundante a la ruta de Circunvalación desde la rotonda de Diarco hacia Esandi y aunque dijo haber conocido a través de los medios el lugar exacto del hallazgo del cadáver de Micaela, sin tener precisión al respecto, aseveró que no recorrió esa zona el día que lo mandaron a rastrillar.