Cuando la fiscalía encaminaba la investigación preliminar del hecho que costó la vida de Quinchagual, decidió pedir un allanamiento en el domicilio del agresor.

La propia jefa de los fiscales, Betiana Cendón, fue alertada a través de un mensaje a su teléfono celular sobre la peligrosidad de Buchaillot, a partir de su hobby.

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Con la autorización judicial necesaria, la policía comandada por la Fiscalía desarrolló el allanamiento y encontró una importante colección de cuchillos. De todos los tamaños, tipos y formas. Además, hallaron una carabina calibre 22, una escopeta doble cañón y una pistola versa calibre 22. Para todo ello, el acusado tenía municiones, pero no contaba con las autorizaciones legales que establece la normativa.