En el 2005 protagonizó una parodia fotográfica sobre las cirugías estéticas con una costosa producción para Vogue Italia titulada “Makeover Madness”. En ella se la veía con la cara vendada en diversas situaciones en un hotel cinco estrellas. Años antes había declarado en un reportaje “Si no tienes el aspecto que solías tener cuando eras joven no estás bien. Si intentas hacer algo, dicen ‘¡Ay, mírala, está intentando parecer joven! No hay manera de ganar”. ¿Premonición?

La modelo canadiense Linda Evangelista decidió someterse a un tratamiento llamado coolsculpting a finales del 2015. Desde entonces canceló todos los compromisos que implicarán mostrarse hasta que en septiembre del 2021 apareció en la portada de la revista People para contar su padecimiento. "Antes me encantaba estar en la pasarela. Ahora tengo temor de encontrarme a alguien conocido". El tratamiento en vez de reducir sus células adiposas las aumento generándole hiperplasia adiposa paradójica (HAP), protuberancias que se endurecen y le hacen perder sensibilidad. Es un efecto secundario que no tiene cura. Se sometió a varias cirugías más sin resultado. No se podía fajar porque el roce con las durezas de la piel sangraban. Llego a dejar de comer para tratar de verse mejor. Todo esto la llevó a tener una gran depresión.

Decidió buscar la forma de quererse de nuevo, según sus propias palabras. Hacer público su padecimiento y denunciar a la tiranía estética del modelaje. Los editores, fotógrafos, auspiciantes buscan cuerpos perfectos, no les importa la persona. Hablar es una forma de quitarse la vergüenza que la envuelve y de advertirles a otras modelos sobre los riesgos de transformar el cuerpo. Insiste en que hay que aprender a envejecer y aceptar los cambios naturales, porque el precio a pagar es demasiado alto: “No me miro en el espejo. No soy yo".