Al acicalado presidente de El Salvador, Nayib Bukele, le gusta expresarse vía redes sociales, en especial twitter. Durante la campaña política que lo llevó a la Presidencia propuso crear una Comisión Internacional contra la Impunidad en El Salvador (CICIES), desclasificar los archivos militares sobre la guerra civil y poner a raya a las pandillas. El resultado fue bien distinto: a poco de su creación cerró la CICIES y decretó una amplia amnistía sobre todo lo actuado, no entregó ninguna documentación nueva sobre las masacres y hay varias investigaciones que muestran a sus funcionarios pactando con las maras. Para todo tiene una explicación y no duda en hacer puestas en escena grandilocuentes para esconder sus verdaderas intenciones. Eso sí, promovió como una segunda moneda oficial al Bitcoin, dejando de lado caprichosamente a otras criptomonedas y poniendo la soberanía monetaria salvadoreña en manos foráneas.

Todos los días se registran en El Salvador la desaparición de una decena de personas. Se sabe que un gran porcentaje nunca se denuncia por temor. Algunos aparecen asesinados y otros con el tiempo aparecen en fosas clandestinas. Los hermanos Karen y Eduardo Guerrero Toledo de 18 y 20 años desaparecieron el 18/9/2021. La familia se movilizó y las autoridades mencionaron que capturaron a dos pandilleros de la MS13 responsables de los hechos y dieron a entender que la madre tenía vínculos con esas organizaciones y había demorado en denunciar el caso.

Entonces, Dina Ivette Toledo decidió enfrentar al gobierno a quien responsabilizó por cualquier represalia. Sabe del altísimo grado de corrupción policial, de lo poco que vale una vida en su país manejado por las pandillas involucradas en el narcotráfico y en la trata de personas, y del poder sin control que tiene el presidente. Hizo todo lo que estuvo a su alcance a pesar de las presiones recibidas. Recorrió personalmente los montes rastrillado posibles lugares de entierro. Los cuerpos sin vida aparecieron dos días antes de navidad en un cementerio clandestino. Aún quedan muchas preguntas en torno al asesinato y posterior desaparición de los hermanos Guerrero Toledo.