Fernando Alves Ferreira se declaró culpable del femicidio de Eduarda Santos, hoy, viernes 18, durante la audiencia en la que se le imputaban los cargos.

Contradiciendo la recomendación de sus abogados defensores, el femicida reconoció los hechos y pidió la palabra para expresarse ante el juez y el fiscal.

“Me gustaría que sea investigado mi teléfono”, remarcó para pedir que se contextualice el crimen.

También se refirió a sus hijos: “Mi cuñada ya llegó a Bariloche y es responsable por mis hijos. En estos momentos, es lo más importante para mí”.  

Lee también: Wallace Santos habló sobre las amenazas que recibió su hermana antes de ser asesinada

“Me gustaría recibir apoyo psicológico y me declaro culpable por la muerte de Eduarda Santos”, remarcó y continuó: “Yo sí soy responsable. No lo planeé, pero sí tenía la opción, teniendo en cuenta que mi vida si corría peligro. Perdón, pero mi vida estuvo primero”.  

“Me gustaría solicitar que mis hijos no vayan a Río de Janeiro. En Río tenemos narcos y todo ese tipo de cosas”, volvió sobre los menores y luego resaltó: “Sí soy el culpable y responsable”.

A pesar de que sus defensores intentaron frenar sus declaraciones en reiteradas oportunidades, Ferreira habló por más de cinco minutos: “Armas de fuego nunca había tenido antes. Sabía que había un arma en la casa. Si hubiese querido ocultarla, lo podría haber hecho, porque tuve mucho tiempo, pero ya estaba hecho”.

Sobre el arma y las municiones encontradas en la casa relató: “Sí, había una caja llena de municiones. Eduarda y yo arreglamos el garage y vimos una caja completa. Encontramos el arma. Estaba con la caja de municiones completa”. Continuó: “Al llegar a la casa, la caja no estaba completa. Al ver esto, sí planeé formas de protegerme”.

Lee también: Desesperado pedido de ayuda del hermano de Eduarda para ver a sus sobrinos

Sobre la víctima, dijo: “En ningún momento Eduarda era sumisa. Me quedé viudo hace siete meses. La violencia que sufríamos en nuestra casa era constante. La prioridad siempre fueron mis hijos, nunca vivieron una situación de agresividad ni de violencia”.

“Volver a Brasil no era un opción. No me fugué porque no lo quise, lo podría haber hecho. Acá mis hijos están protegidos. La familia de mi fallecida pareja tiene convivencia con ellos. Si la Justicia argentina manda a mis hijos a Brasil, corren riesgo de vida”, continuó.

Finalmente habló sobre su detención: “Pasé dos o tres noches en un lugar que es horrible. Duermo en una piedra fría, pero estoy bien. Me arrepiento de haber asesinado a alguien, claro que sí. No recuerdo bien dónde está el arma. Sí me acuerdo el momento de estar en la casa, pero no de cuando llegué. No sé si me van a dar perpetua, en realidad ya no me importa”.