La comunicadora, conductora y productora Tenchi Oddino recibió una de las peores noticias: diagnóstico de cáncer de mama y metástasis en varios órganos. La sola mención de la enfermedad da escozor y miedo. Ella venía de hacer durante años experiencias en el plano espiritual con constelaciones, piedras energéticas, aromaterapia, meditación, yoga, y era refractaria a la medicina tradicional. Tuvo que dar el paso. En sus propias palabras debió integrarla para que no sea demasiado tarde. Cambió la palabra metástasis por “metas SÍ” y resignifico cáncer en “can… ser = puedo ser”. Sintió la necesidad de conectarse con sus orígenes, por lo que inició una campaña para buscar a su madre biológica, una deuda pendiente consigo misma. Cada día era distinto, cada momento es diferente. Lo único que estaba presente en todo ese tiempo fue la música. "Me gusta transmitir lo que experimento", dijo al presentar su primer proyecto musical como intérprete.

“El ojo del alma” es un álbum distinto, no solo tiene canciones sino también meditaciones, con fines benéficos con destino al Instituto Alexander Fleming “y de sanación”. “Para romper hay que liberar. Quería salir de la palabra ‘soltar’, que la veía muy usada. Esta canción es una liberación para la mente, el espíritu, para poder mirar la situación desde otro lugar”. Ella escribió todas las canciones. La música, arreglos y voz estuvieron a cargo de Alejandro Kurz (El Bordo). “La música tiene ese empujón, ese poder vibracional que rompe y puede ayudar a atravesarlo”. El primer tema se llama “Liberar”.

Tenchi murió en octubre de año pasado, rodeada de un sobrino y de sus “amigos arcoíris”. Tenía 52 años, no encontró a su madre, pero dejó un testimonio sobre cómo se puede atravesar la peor de las noticias.