COSTA RIONEGRINA
| 26/01/2022Otra vez aparecen visitantes en La Lobería que se portan mal
Hay hipótesis científicas acerca de que los seres humanos poseen una tendencia innata que los impulsa a relacionarse con la naturaleza. Si se respeta, no hay problemas.
Pero la hipótesis avanza hacia otra dirección –aviesa si se quiere- y quizá por este motivo no resulta extraño que tantas personas quieran acercarse a observar un lobo marino como si fuera mascotas –perros y gatos- que duermen plácidamente en el sillón de un living o en una cama, como suele suceder.
No se puede hablar de atentado a la naturaleza pero sí de una falta de respeto. Es que durante la jornada pasada se pudo observar que apareció gente a molestar a los lobos que estaban descansando.
Justo pasó un guarda ambiental de la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático, y les advirtió que no se arrimen al ejemplar porque “los lobos se ponen mal”.
Hubo un universo de desobedientes porque se logró el efecto contrario. A los jóvenes que estaban en ese momento se sumaron más curiosos.
No es la primera vez que ocurre, el año pasado se vieron escenas de exageración cuando los visitantes rodearon a un gran macho para tomar fotos y filmar con sus teléfonos celulares.
Encima en esa playa se repiten escenas de mal comportamiento. Resguardarse a la sombra de los acantilados, sobre todo cuando ello implica un riesgo por la caída de piedras o pueden producirse derrumbes.
Este tipo de situaciones conflictivas han sido advertidas por los guardavidas pero la gente hace caso omiso a las recomendaciones.