Pablo Andrés Berra fue noticia hace un año porque se había convertido en el primer argentino en aplicarse la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca. Había sido voluntario en Sudáfrica. 

Las alarmas epidemiológicas volvieron a encenderse en el continente africano luego de la aparición de una nueva variante, Ómicron. “La gente está muy enojada porque nos aislaron y la situación económica está cada vez peor”, contó Pablo desde Sudáfrica para GPS de El Cordillerano Radio. 

Señaló que el presidente Cyril Ramaphosa se mostró muy molesto con el resto del mundo. “En vez de vacunar al continente africano, nos aíslan”, dijo y destacó que “así no se juega”. Pablo reflexionó que “o nos vacunamos todos de forma equitativa o nos quedamos con la pandemia para siempre”. 

Contó que el nivel de vacunación aumentó considerablemente desde que se conoció de la nueva variante. Con este impulso ronda el 30% de la población. 

La realidad de Sudáfrica es distinta al resto del continente ya que tienen disponibilidad de vacunas por motivos económicos. Pablo contó que se instaló una fuerte campaña sobre supuestos efectos adversos de las vacunas y eso perjudicó los objetivos planteados por el plan de vacunación. 

Un componente que consideró también relevantes es la comunidad musulmana en África. “Recibí hace poco un mensaje que decía que es pecado vacunarse”, contó. Otra de las complicaciones es que algunos países rechazaron las donaciones realizadas por el fondo Covax, porque no cuentan con la estructura para aplicar la logística necesaria en la distribución de vacunas. 

La economía está sacudida por la nueva variante. Antes de la pandemia, Sudáfrica recibía cerca de 17 millones de turistas por año. Pablo vive en un área turística, a pocas cuadras del océano Índico. Antes de hablar para El Cordillerano Radio recorrió las playas y se encontró solo con un pescador. 

Piden también que los laboratorios liberen las patentes de las vacunas para que cada país pueda fabricarlas. Pablo está convencido que Ómicron nos está dando una lección; “los países ricos acaparan más dosis y hay menos para África, así no vamos a salir”.