Todo un acontecimiento. Ya funciona el Centro de Salud Intercultural Raguiñ Kien de Ruca Choroi, cerca de la localidad neuquina de Aluminé. Se trata de una experiencia histórica y única en el país, en la que convivirá la medicina mapuche y la biomedicina. 

El lonko Daniel Salazar de la comunidad Huengueihual -coordinador de la Zonal Pehuenche-, estuvo desde el primer día, cuando nació el proyecto. “Para mí fue una satisfacción muy grande”, dijo con emoción en el programa GPS de El Cordillerano Radio. Y aclaró que se trató de un proyecto colectivo. 

“Trabajamos para que el centro de salud sea un lugar para que el paciente pueda elegir entre la medicina mapuche o la tradicional”, explicó Salazar y agregó que en los próximos dos meses se completará el equipo de trabajo. 

La inauguración fue emocionante para Daniel porque se generó un palco natural donde se ubicaron los invitados. Lo que conmovió -destacó- fue la alegría de la gente del lugar; “los chicos orgullosos, con sus instrumentos mapuches. Era una satisfacción que nacía del alma”. 

El centro de salud tiene la forma de una media luna. Explicó que “siempre que hacemos un sembrado, recolectamos un remedio o cortamos una planta tenemos en cuenta a la luna. Con la medicina mapuche, también; y más si es un tema complejo”. Hubo distintas propuestas de diseño y finalmente se escogió por la media luna que simboliza gran parte de la cultura mapuche. 

Otro tema incluido en el centro de salud intercultural fue la importancia del acompañante del paciente. Por eso se generaron todas las comodidades. “Consideramos que es quien da ánimo, por eso tiene que estar bien, cómodo”, comentó el lonko y agregó que la orientación de las camas es importante para la cosmovisión mapuche. Tiene que ver con la energía. Entonces es preferible que estén orientadas hacia donde sale el sol. En cambio, al Oeste, es una orientación asociada a la despedida, a algo que se va. 

Daniel admite que la gran pregunta que se repite es cómo van a convivir la medicina mapuche y la biomedicina. “El paciente los va a hacer convivir. Tiene la información y elige. No imponemos nada”, señaló. Comentó que se nutrirán de la sabiduría de un machi de Chile que arribará al centro de salud apenas las disposiciones sanitarias lo permitan. 

Salazar se mostró muy agradecido al firme apoyo del gobierno de Neuquén. Era un sueño dificultoso, admitió. “No era sencillo que la medicina mapuche fuera reconocida por el sistema de salud neuquino. Y sucedió”.